Un guión basado en una de las siempre interesantes obras de Patricia Highsmith, adaptado a la pantalla por un guionista ya consagrado (firmó la exitosa Drive), Hossein Amini, que además coge las riendas en la dirección, y un plantel de actores interesantes, con Viggo Mortensen, Kirsten Dunst y Oscar Isaac a la cabeza como trío protagonista. Hay películas, como esta Las dos caras de enero, que sobre el papel tienen el aire de propuesta más que interesante, por más que luego nos pueda desilusionar una vez hemos visitado el cine. Pero la vida es riesgo y aventura ¿no?
El riesgo y aventura que deben correr un estafador y su esposa (Mortensen y Dunst) en su viaje por Europa durante 1962, a partir de su encuentro en Atenas con un joven estadounidense que habla griego y trabaja como guía turístico (Oscar Isaac). Entre la pareja y el joven comienza una relación que llevará al trío a descubrir secretos y a provocar acontecimientos que no podrán controlar y que les pondrán en peligro. Suspense al más puro estilo Highsmith, del que ya hemos disfrutado en múltiples ocasiones en la gran pantalla desde que en 1960 René Clement filmó la primera versión de El talento de Mr. Ripley en A pleno sol, con Alain Delon y Marie Laforêt.
En definitiva, Las dos caras de enero nos brinda una buena ocasión para ir al cine con el convencimiento casi pleno de que lo que vamos a ver merece la pena, y va a colmar nuestras ansias de suspense del bueno, de giros de guión, de torcer la cara en un gesto de asombro, de disfrutar de acontecimientos que no sabemos donde van a terminar. Disfrutar, al fin y al cabo, como nos suele pasar cuando nuestras miradas se han metido entre las páginas de cualquier título de la exitosa escritora británica.
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