Cine

La vida de Adèle

Bella, intensa, cruda, realista, tierna, cruel... La vida de Adèle no es más -ni menos- que una historia de amor. ¿Importa entre quién?

El amor es ciego. Y puede que sordo y mudo. Si no lo sabemos, que nadie suele saberlo como de principio, lo terminamos aprendiendo. Y también es certero, rápido, traicionero. Se esconde casi tantas veces como pareces buscarlo, y te sale al paso la mayoría de las veces que le intentas esquivar. Pero es el amor. Y nadie puede vivir sin él.

Adèle es una chica que tiene quince años, y el amor se le presenta con la forma de otra chica con el pelo azul. El amor no sabe, no contesta, pero está. Y Adèle ve su vida tan repleta de preguntas como de deseos o atracciones, sin que conteste a unas y no ceda a otras. Ella es la protagonista de La vida de Adèle, la adaptación al cine de una novela gráfica de Julie Maroh, y ganadora de la Palma de Oro en el último festival de Cannes, con una excelente y conmovedora interpretación de Adèle Exarchopoulos al frente del reparto que dirige Abdel Kechiche.

Bella, intensa, cruda, realista, tierna, cruel... La vida de Adèle no es más -ni menos- que una historia de amor. ¿Importa entre quién?