Frances Ha

No se trata de ser Peter Pan, el eterno adolescente, eso de lo que se nos acusa a muchos hombres, apelando a la irresponsabilidad que a veces se destila de actuar como si tuviéramos 20 años menos. Se trata de tomarse la vida como si los años nos pusieran una losa en el camino, una marca en el carnet. No se trata de ser viejos, sino de ser varias veces jóvenes, sin que ello tenga que ver con olvidar las limitaciones, más bien con asumirlas para disfrutar de cada momento con toda la plenitud con la que se pueda.

Tenía ganas, muchas ganas de que llegase Frances Ha, la cinta dirigida por Noah Baumbach, a nuestros cines, porque me da que es una de esas películas de las que sales sonriendo y con ganas, y no por el humor, o al menos no solamente por eso, sino por una mirada diferente. Frances (Greta Gerwig, bordando su papel, además de ser co-guionista junto a Baumbach) es una bailarina de 27 años que no quiere abandonar el sueño de trabajar en la compañía de danza de Nueva York. El hecho de que su mejor amiga y compañera de piso la abandone para casarse, le hará hacer frente a un cambio en su vida del que no parece que pueda salir bien parada.

La película ha enamorado allí donde se ha proyectado, y estoy preparado para que haga lo mismo conmigo. ¿Te apuntas?