Tres reuniones en tres puntos del mundo tan diferentes y tan lejanos entre sí como Japón, España y Argentina. Tres situaciones de esas que producen cambios profundos en nuestras vidas, puntos hacia donde vamos o desde donde venimos. El escritor protagonista de El ciudadano ilustre es ni más ni menos que un Nobel de Literatura, de esos renuentes a todo tipo de homenajes, cuya carrera está basada en retratar a su manera la vida del pueblo donde nació, Salas. La misma localidad que le nombra ciudadano ilustre y que le invita a recibir la condecoración. Inesperadamente, acepta, y nosotros se lo agradecemos porque así podemos disfrutar de las situaciones tragicómicas que surgen en ese encuentro. De Argentina nos vamos al Japón de Después de la tormenta, pero sin cambiar el oficio del protagonista, también escritor, aunque en este caso más modesto y aparentemente con más problemas en su círculo familiar, con el que se ve obligado a convivir estrechamente debido a un tifón, dando lugar a los consecuentes enfrentamientos. También es una reunión familiar un tanto extraña la que nos lleva a España en la película de Miguel del Arco Las furias, donde un inesperado anuncio, el del viaje hacía no se sabe donde de la madre, da paso a otro no menos sorprendente, el de una boda entre dos personas que todos pensaban que iban a separarse. La vida te da sorpresas... ¿Hace un cine?