Quien nos iba a decir que setenta años después del término de la Segunda Guerra Mundial y de sotopotecientas películas sobre ella, aún nos iban.a quedar héroes por conocer. Y más que eso, quién nos iba a contar que Mel Gibson nos iba a salir pacifista. Debe ser cosa de la época, que vuelca referéndums y directores de cine, y hace que Gibson nos cuente en Hasta el último hombre -y muy bien contado- la historia de Desmond Doss (Andrew Garfield), un pacifista alistado que combate en el Frente del Pacífico y se convierte en uno de los mayores héroes norteamericanos sin disparar un sólo tiro. Sin embargo, es posible que alguien nos dijera que Jim Jarmusch nos iba a regalar otra obra maestra en algún momento, así que Paterson, su última película, no nos pille confesados o a traspiés, que no me acuerdo como se dice. El caso es que las cosas cotidianas, por una vez, se ganan un puesto en la pantalla y salimos ganando una pequeña joya incrustada en el alma y en la mirada. No es una obra maestra, pero María (y los demás) comparte con el film de Jarmusch ese interés por las cosas pequeñas y con importancia, por el día a día, que no vivimos los humanitos de dolor en dolor ni de comida de navidad en comida de navidad, y lo hace con ironía y un humor de esos que parece que no pero que cala. ¿Hace un cine?