Mezclar el drama romántico y el drama histórico siempre le ha dado buenos réditos al cine. La promesa se suma al concepto mezclando el triángulo de amor que forman los personajes interpretados por Oscar Isaac -un joven estudiante de medicina armenio-, Christian Bale -un periodista norteamericano- y Charlotte Le Bon -una joven también armenia- con un Imperio Otomano que se desploma en los años 20 del siglo pasado, y que muere a la vez que mata ejerciendo su poder en forma de genocidio contra el pueblo armenio. Amor y drama para narrar un conflicto histórico poco o nada retratado por el cine y del que pronto se cumplirá un siglo.
Triángulos no, pero amor, drama e historia hay en buena cantidad en Marie Curie, biografía de la famosa científica polaca ganadora de dos premios Nobel y una de las figuras fundamentales de la historia de la ciencia y de la lucha por ocupar espacios históricamente vedados para la mujer. La película intenta abordar esos dos planos de la vida de Marie, en constante tensión ya sea por causa de su interés científico o por su necesidad de normalidad en una vida expuesta a la sociedad, donde se le tiene en cuenta más sus relaciones que su innegable valor como científica.
Poca historia y poco amor sin embargo tiene la última -pero no la menos interesante- de nuestras recomendaciones, Norman, el hombre que lo conseguía todo, un relato sobre el Norman del título, un auténtico "conseguidor" de esos que pueblan la historia del cine norteamericano desde que los crecepelos eran crecepelos y que por estas tierras dimos en llamar pícaros. El caso es que son su labia y una astucia innata los factores que logran auparle a puestos donde en un principio hubiera parecido una locura colocarle. Como si lo hubiera escrito Lope, vamos
¿Hace un cine?