Hace ya unos cuantos años que nos dijeron que en el espacio nadie puede oír nuestros gritos, es decir, que llegaba uno de esos monstruos que vienen para quedarse, inmortales, como Drácula, Frankenstein, Hannibal, Darth Vader o la Bruja de Blancanieves, que es la que más miedo me ha dado a mi de todos con diferencia, ya ven. Corría el año 1979 y se estrenaba el Alien de Ridley Scott, y hoy vuela el año 2017, y se estrena una precuela de aquello, Alien: Covenant, secuela a su vez de Prometheus, la última de la saga sobre esas adorables criaturitas de doble mandíbula y sangre corrosiva.
Alien: Covenant prosigue la historia, efectivamente, más o menos donde se nos había quedado en Prometheus, saltando la narración hasta otra nave estelar, la Covenant, que da título al film, que llegará a otro planeta donde todo comenzará de nuevo, y con todo, tratándose de una película de la saga, ya sabemos a que nos referimos.
Alien: Covenant no va a revolucionar el cine como hizo su predecesora hace ya casi 40 años, pero nos atraerá y atrapará a todos los que por aquel entonces bajamos de la Nostromo para investigar aquella extraña señal, y mira que estamos avisados...
Mucho más pegada a la tierra y a la realidad, desgraciadamente, está Guardián y verdugo, una producción sudafricana que nos traslada hasta 1987 para presentarnos a monstruos tan horribles como el de Alien pero con apariencia humana, los responsables del régimen sudafricano del apartheid, culpables tan sólo en ese año de 164 ejecuciones. Toda una máquina de matar que propiciaba juicios como el narrado en la película, a un funcionario de prisiones que no aguanta más ser el testigo de semejante atrocidad.
Y hablando de atrocidades, de guerras en este caso, Bajo el sol, la tercera recomendación de esta semana, se acerca al conflicto de los Balcanes para mostrarnos tres historias de amor situadas al comienzo de tres décadas diferentes y consecutivas, los 90, los años cero y nuestra década, pero siempre entre dos personas que pertenecen a distintas nacionalidades en conflicto y que deben vencer las dificultades para poder seguir juntos.
Al menos, podemos decir que el amor termina por triunfar contra los monstruos. Así que... ¿Hace un cine?