Cine

Cine para terminar abril: Lady Macbeth, Un italiano en Noruega y Guardianes de la galaxia Vol. 2

Aventuras galácticas y con sabor ochentero en el volumen 2 de Guardianes de la Galaxia, humor con Un italiano en Noruega y drama de época con Lady Macbeth. ¿Hace un cine?

La vida, que es eso que da tantas vueltas para dejarte de nuevo en el mismo sitio sólo que un poco más viejo que cuando empezaste y con menos ganas de la siguiente, nos enseñó que lo de las vueltas es verdad porque todo termina por volver aunque sea disfrazado de otra cosa, incluso aquellas gafas de sol gigantescas que creíamos horribles en su momento e incapaces de resucitar en una sociedad tecnológicamente avanzada, vuelven a dominar las calles en su formato protector de Cinemascope.

Y vuelve de nuevo aquel cine de los 80 que tantos críticos juraban insustancial y tan solo palomitero, cine de aventuras que en realidad no era si no la vuelta del cine de aventuras de los 50 que a su vez bebía de Errol Flynn que no era nada más -ni nada menos- que el Douglas Fairbanks de los 30. Y nos acabamos de marcar la historia del género en apenas un párrafo.

Y es que Guardianes de la Galaxia Vol. 2 es una película de los 80, y de los 50, y de los 30, y Chris Pratt no es otro que Douglas Fairbanks. Si, es de superhéroes, muy cierto, como superhéroes eran Los Tres Mosqueteros, El Corsario Negro, Robin Hood, tipos con poderes especiales que los chavales imitaban tener en los juegos de la calle y que ahora imitan tener a los mandos de una consola. Estos Guardianes son aventureros galácticos a quien los avezados críticos -esos tampoco cambian- alaban diciendo que parecen sacados de una película de cuando yo tenía 20 años. Pues si, la verdad que sí. Son divertidos, tienen acción, y sales del cine con la sensación de haber visto una película que has visto cien veces. Y que volverías a ver otras cien.

Un italiano en Noruega no es cine de aventuras de los 80, ni de lejos, pero tiene también cierto aire de película vista en más ocasiones, una comedia costumbrista acerca de un personaje más o menos evocador de una categoría social, en este caso un funcionario italiano, país con el que nos unen no pocas convenciones, como la de considerar en muchas ocasiones a los que trabajan para la administración como meros engranajes sin ninguna intención profesional más allá de la de seguir perteneciendo al sistema. Así que entendemos muy bien la intención de la sucesión de gags, por lo que la película funciona aquí más o menos como allí, y allí ha sido de las más taquilleras de la historia.

Para equilibrar la balanza de tanta sonrisa y diversión insana -es un decir-, siempre podemos optar por el drama clásico de Lady Macbeth, adaptación de la novela de Nikolai Leskov ambientada en la Inglaterra de mediados del siglo XX y que nos narra la lucha de una mujer por sobrevivir en un mundo donde su condición femenina la relega a posiciones de mera decoración o acompañamiento.

Aventuras, comedia, drama... ¿Hace un cine?

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