Cine

Begin Again

Una de esas películas que probablemente se nos quedarán por ahí dentro con un recuerdo especial de cuando la vimos

Quién no ha pensado alguna vez en la Banda Sonora de su vida. En esas canciones que sonaban, o podrían haber sonado, en los momentos cruciales de su existencia. La de su venida a este mundo, probablemente de los años 60 ó 70 ¿Beatles, Rolling? La de su primer beso, su boda, alguna fiesta loca con los amigos, sus hijos, algún momento triste. La música nos acompaña y nos emociona. Y además, es un lenguaje universal. La mayoría de nosotros no lee un libro o ve una película que no esté traducida, pero no pensamos en el idioma cuando escuchamos una canción.

Begin Again no es un musical, pero la música es el tercero de sus protagonistas, tras Mark Ruffalo y Kera Knightley. La cosa va de músicos, de canciones, de lo que significan ambas cosas en nuestras vidas. También de refilón de su industria, de como no tiene que ver con lo que estamos hablando, de la vida y esas cosas. Ella es una cantante inglesa que llega a Nueva York con su novio (Adam Levine), también cantante, y muchos sueños. Los sueños los alcanza el novio, que consigue la fama, y ella se queda en la ciudad de los rascacielos sola y sin saber muy bien que hacer. Y es entonces cuando conoce a un productor musical (Ruffalo), que se queda prendado de su voz. Y esa es la historia. Pero queda la música, presente en toda la película, y las calles de Nueva York, que también son un protagonista importante.

En resumen, Begin Again es una de esas películas que probablemente se nos quedarán por ahí dentro con un recuerdo especial de cuando la vimos, y es que la cinta de John Carney parece tener algo de canción, algo especial. Algo para permanecer como banda sonora de nuestras vidas.