Cine

Amar, beber y cantar

El testamento cinematográfico de uno de los grandes directores europeos

Un grupo de personas ya maduras que viven en la campiña inglesa de Yorkshire, se enteran de que a su amigo George Riley, a quien conocen hace muchos años, le quedan solo unos pocos meses de vida. Lo que no sabe Colin, el doctor de George, es que este fue el primer amor de su mujer, Kathryn. Otra de las mujeres del grupo, Mónica, fue, a su vez, la última esposa de George Riley, a quién abandonó. Ahora sus amigos intentan persuadirla para que vuelva con él para hacerle compañía hasta su muerte, y para que también el enfermo participe en el montaje teatral que están organizando.

Después de más de un año de su desaparición en marzo del pasado año, llega a España la última película de uno de los directores más históricos del cine francés y, por extensión, del europeo y mundial, Alain Resnais. Bajo la apariencia, tanto en su aspecto formal como en el excelente trabajo de sus actores, de una obra de teatro filmada, Resnais nos ofrece en Amar, beber y cantar una reflexión sobre la despedida que supone la muerte, alejada de dramatismos, más pendiente de decirnos que el espectáculo del amor y de la vida debe continuar, que de lamentarse por lo perdido.

Amar, beber y cantar no es si no el último regalo del director francés para nuestras miradas, un hasta siempre más que un adiós, un testamento que tan sólo quiere decirnos que sigamos adelante y tan sólo nos acordemos de él para sonreír y para disfrutar de sus películas.

Título original: Aimer, boire et chanter
Año: 2014
Duración: 108 min.
País: Francia Francia
Director: Alain Resnais
Guión: Alex Réval, Laurent Herbiet, Jean-Marie Besset (Obra: Alan Ayckbourn)
Música: Mark Snow
Fotografía: Dominique Bouilleret
Reparto: Sabine Azéma, André Dussollier, Michel Vuillermoz, Hippolyte Girardot, Sandrine Kiberlain, Caroline Silhol

 

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