Tras la clausura de la exposición El Bosco. La exposición del V centenario, los trípticos del pintor han regresado a la colección permanente del Prado, a una sala dedicada en exclusiva al mismo. Obras maestras como El jardín de las delicias, el Carro del Heno o la Adoración de los Magos pueden contemplarse de nuevo en la sala 56 A. Un nuevo montaje expositivo que celebra aún más el enigma de los trípticos, permitiendo contemplar también el reverso de sus laterales.
No sólo dispondrá el artista ‘s-Hertogenbosch de una habitación propia en el museo. Será también el eje de la nueva disposición de la pintura flamenca e hispano-flamenca de los siglos XV y XVI. Dicha instalación cuenta con otra imponente sala (la 55 A) que acoge la obra de otros dos maestros fundamentales: Joachim Patinir y Pieter Bruegel el Viejo. Antonio Moro es protagonista destacado de la colección pictórica de la segunda mitad del siglo XVI. Magnífica pero no siempre apreciada con el rigor que se merece.
Tal vez sea ahora el momento de disfrutar de nuevo del universo bosquiano sin sufrir las aglomeraciones y fila constantes que protagonizaron los más de medio millón de visitantes que acudieron a la muestra. Cierto que algunas de las obras exhibidas en la muestra del V Centenario han regresado ya a sus lugares de origen. Aún así, el Prado sigue manteniendo la mejor y más numerosa colección de pintura del maestro holandés. Un privilegio al alcance de madrileños y turistas que no hay que desaprovechar.
El retorno de las obras del Bosco a las salas de la colección permanente cobrará también especial protagonismo para los jóvenes a través de ¿Quedamos en el Prado?, los días 1, 8, 15, 22 y 29 de octubre y 5 de noviembre. Con la actividad Saca el monstruo que llevas dentro, el público de entre 13 y 17 años conocerá la obra de algunos de los grandes maestros de la Colección, especialmente la del Bosco. Después, a partir de las obras trabajadas en las salas, crearán un monstruo al que darán vida a través de la animación.