Arte

Todo ARCO en trece obras clave

ARCO inauguró el pasado miércoles su 36ª edición. Adelantamos algunas de las obras clave para no perderse en la inmensidad de un espacio dedicado íntegramente al Arte Contemporáneo.

ARCO, la feria Internacional de Arte Contemporáneo abrió sus puertas el pasado miércoles. En esta 36º edición coleccionistas, galeristas y artistas han realizado ya los primeros contactos profesionales previos a la apertura general que tendrá lugar el viernes. Aunque, con toda probabilidad será durante el fin de semana cuando curiosos y amantes del arte inunden los pabellones 7 y 9 de Ifema, adelantamos algunas de las obras clave que ya se pueden contemplar tanto en los estands como en los pasillos del recinto.

Y es que, al estilo de las bienales y las grandes producciones de arte contemporáneo, ARCO introduce este año importantes novedades. Entre ellas llaman la atención tanto las destacadas piezas museísticas como las instalaciones artísticas dirigidas a crear un ambiente mucho más acogedor y creativo. También las galerías —muchas consagradas como Elba Benítez, Elvira González, Max Estrella, Heinrich Ehrhardt, Javier López y Fer Francés o Helga de Alvear— apuestan esta vez por artistas de renombre junto a jóvenes prometedores cuyos nombres ya suenan en los circuitos contemporáneos. Así, Legong acoge nombres míticos de la pintura como Picasso, Miró o David Hockney. Mientras Henrich Einhard apuesta por uno de los artistas jóvenes más reconocidos, Secundino Hernández, cuya obra se disputan galeristas y coleccionistas, la incondicional Juana de Aizpuru presenta el montaje de Alicia Framis, Habitación de la Arquitectura Prohibida.

Bajo la categoría de Proyectos especiales, la feria reparte más de una decena de piezas de gran formato y proyectos arriesgados que exceden los límites de los espacios destinados a las galerías, permitiendo que sean las propias obras las que construyan los diálogos, las estructuras entre el arte su emplazamiento. Son especialmente llamativas las instalaciones Sphere Jaune, de Julio Le Parc (Nara Roesler), Domo hexagonal, de Los Carpinteros (Peter Kilchmann) o Cuidado con la cabeza, de Bernardí Roig (Max Estrella).

Los más cotizados.

Es pequeña, pero matona. La trae a la feria Leandro Navarro y es una de las piezas que más ha dado que hablar, no sólo por su precio (1,4 millones de euros), también por su historia. Se trata de El triunfo de Nautilus, una obra de Salvador Dalí pintada en Nueva York hacia 1941. Aunque es la pintura más cara de ARCO, la galerista española Elvira González exhibe una de las esculturas más cotizadas: la obra de Juan MuñozTree man laughing at one (1,5 millones de euros) que compite con el colosal cilindro de cristal de Roni Horn en la galería suiza Hauser & Wirth, valorado en un millón de euros. La palma se la lleva la escultura de Calder The red base, de 1969, que cuesta nada menos que 2,5 millones de euros. Alexander Calder también dejó pinturas como un gouache sobre papel que expone la galería Mayoral, valorado en 225000 euros.

Los premiados.

Con la "A" de ARCO se llevan el premio del coleccionismo 2017 Eduardo Hochschild, Isabel y Agustín Coppel y la Colección Costantini que ha traído a España el lienzo de Diego Rivera, Baile en Tehuantepec. Una joya del arte latinoamericano y la de las más codiciadas del pintor mejicano. Por su parte, el Premio Solán de Cabras de Arte Joven ha querido destacar la obra en óleo Diorama del joven granadino Antonio Montalvo.

Los más jóvenes.

I used these shoes for a few months (Usé estos zapatos durante pocos meses) es el título de la obra que el artista Ian Waelder (23 años) presenta en el stand de la Galería L21. Se trata del artista más precoz y uno de los más arriesgados del momento. Y su obra, una escultura de bronce que colgará del techo de la feria hasta el próximo domingo, simboliza la degradación de las cosas.

Tanto en la sección Opening —galerías con una trayectoria de un máximo de siete años—, como en Diálogos se concentran las jóvenes promesas del arte actual, destacando en esta última la confrontación entre los grafitos de Analia Sabán y las performances de Tomás Saraceno (galería Tanya Bonakdar, de Nueva York). Ambos argentinos, ambos formados en Estados Unidos, ambos empeñados en superar las barreras sociales. O los dibujos de Jorge Macchi enfrentados a la denuncia de los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez de la mexicana Teresa Margolles.