Arte

Paul Gauguin: en busca del paraíso perdido

'Nafea faa ipoipo', el conocido óleo de Gauguin recientemente vendido, ya se puede ver en el Museo Reina Sofía.

Inclasificable, excéntrico, fascinado por los paraísos terrenales que él halló en los Mares del Sur, obsesionado por descubrir el verdadero edén, una utopía que jamás alcanzó. Eugène Henri Paul Gauguin era un mago de la pintura, la luz y el color.

Pero también un tipo difícil, salvaje, paradójico. El artista que hizo de la defensa de los maoríes casi una cruzada personal, no dudaba un instante en financiar sus múltiples viajes en busca de su particular paraíso emocional por el mismo colonialismo francés que tanto criticaba. Como, cautivado por su inocencia y su piel incandescente, tampoco titubeaba a la hora de defender sus inquietantes relaciones pedófilas con las adolescentes tahitianas que tomaba como vahines y modelos de sus pinturas más luminosas. Aunque “el trasiego de chiquillas le trajo conflictos”, escribe Mario Vargas Llosa en El Paraíso en la otra esquina, poco le influían los escándalos en su constante búsqueda de la utopía. Al contrario, su furor sexual y su creatividad artística crecían casi al unísono. Y fue durante las sucesivas estancias en las tierras tahitianas cuando pintó obras maestras como Pape Moe (Aguas misteriosas), Manao tupapau (El diablo vigila a la niña) o Nafea faa ipoipo (¿Cuándo te casarás?).

Es precisamente esta última, pintada en 1892 durante el primer viaje del artista a la polinesia francesa, una de las obras fundamentales de Gauguin. Cargada de simbolismo y tremenda fuerza expresiva donde contrapone la salvaje inocencia indígena a la influencia europea, poniendo de manifiesto la frustración que le producía comprobar que la civilización que había ido a buscar ya no existía.

En él aparecen dos sugerentes figuras femeninas sobre un paisaje idílico de tonalidades anaranjadas. No se sabe con exactitud la relación entre el título del lienzo y la significación global de este trabajo, pero la misteriosa pregunta —¿Cuándo te casarás?— forma parte del simbolismo general de la escena. Algunos expertos consideran que la mujer del primer plano con una flor tras la oreja es la que busca marido, mientras que la otra sería la encargada de encontrar al futuro esposo, de ahí que en el fondo se vislumbren dos figuras paseando.

Procedente de la Fondation Beyeler, donde ha estado expuesta formando parte de una antológica dedicada al artista hasta el pasado 28 de junio, llega a las salas del Museo Reina Sofía, para incorporarse a la exposición Coleccionismo y Modernidad, Nafea faa ipoipo. El célebre óleo de Gauguin recientemente vendido por la Rudolf Staechelin Family Trust por una cantidad que lo convierte en la pintura más cara de la historia.