Manuel León. La ventrílocua de sí misma, 2020. Óleo sobre lienzo. 195 x 130 cm
Arte

Manuel León: el arte del silencio

“La pintura quizás sea el arte del silencio, por supuesto del hablar sin la garganta”. Esta reflexión de Manuel León es la que está detrás del título escogido para su exposición en la Galería Javier López & Fer Francés.

La pintura quizás sea el arte del silencio, por supuesto del hablar sin la garganta”. Tras esta afirmación de Manuel León se esconde el título de su segunda exposición individual en la Galería Javier López & Fer Francés —inaugurada el pasado 11 de junio— y también el hilo que ha tejido su imaginario artístico durante los dos últimos años.

Historia de un silencio aborda temas universales que, al tiempo, forman parte del contexto social actual: nacionalismos, feminismos y otras neurosis. Son asuntos en la brecha del debate contemporáneo a los que Manuel León se aproxima a través de su pincel. De esta manera, el pintor sevillano construye un discurso mudo con numerosas alusiones a la mitología griega y ciertos guiños barrocos. Todo ello sobre un fondo exuberante de color y vitalismo.

Velázquez, Barroco y Escuela Flamenca son las fuentes de las que bebe León desde que comenzó a estudiar Arte en Sevilla. Porque pintar, pintaba desde niño. Fernando Francés, director del CAC Málaga cuando Manuel León expuso su trabajo en 2014, señalaba que en su pintura pueden verse “caravaggios reflexionando sobre la prima de riesgo, zurbaranes discutiendo de cómo afecta la ausencia del crédito en las pymes, ‘valdeses leales enseñando que la corrupción no es nueva sino intrínseca al ser humano y a todos los regímenes políticos o riberas elucubrando sobre sueños americanos”.

Pero también su imaginario artístico se alimenta del cómic y el cine, de la abstracción, de las escenas populares de Semana Santa y las tradiciones taurinas.

En Historia de un silencio, repiquetean los sonidos de relatos fantásticos. Buen ejemplo es La ventrílocua de sí misma, donde una marioneta pop articula un posible discurso, una narración de algo que espera ser revelado. Parece que es el Conde Draco quien habla, pero en realidad es ella y su mutismo los que manejan los hilos del relato. Como bodegón contemporáneo estrepitoso de luz y simbolismo, la obra Teseo y Procusto se adentra en el conformismo y la colectivización que parecen imponerse actualmente. Procusto, reconfigurado en una hoja de Monstera, representa esa conformidad, “falacia seudocientífica en la que se tratan de deformar los datos de la realidad para que se adapten a la hipótesis previa”.

Como colofón, la muestra exhibe una inmensa tela de casi siete metros cuadrados en la que revisa, a través de una gran Venus, la trayectoria pictórica de esta figura a través de las manos de Tiziano, Velázquez y Goya. Remata el recorrido la Olimpia de Manet que invita de nuevo a la reflexión silenciosa, a mirar con los oídos para interpretar una narración que siempre queda abierta.

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La exposición podrá visitarse de martes a viernes 10:30 - 19:30 h., sábados 11 - 14 h. y los lunes previa cita.