Equus. | LOFF IT

Esbeltos, elegantes, bellos, leales, complejos, sensibles… Los caballos han formado parte tanto del trabajo y la evolución de la humanidad como del mero disfrute, amor y pasión por sus cualidades, su fidelidad, su nobleza infinita.

Este verano, los amantes del caballo estamos de enhorabuena pues uno de los espacios artísticos más coquetos y exquisitos de la Sierra de Madrid, la Galería de Arte Nolde (Navacerrada) ha logrado reunir una extraordinaria muestra artística cuyo leiv motiv gira exclusivamente en torno al caballo. Y así, un excepcional conjunto de artistas –tanto noveles como consagrados– nos ofrecen su particular visión e interpretación de la belleza de este maravilloso animal.

Citar un solo artista entre tanto bueno sería una temeridad, pero como el arte es emoción e impulso, es intensidad y subjetividad pura, con toda la osadía y el “poder” que otorga el mero hecho de saborear una muestra de categoría me voy a atrever a destacar a Nicolás de Maya y a Joaquín Ureña. ¿El motivo? Tan simple como una cuestión de gusto personal. El primero, por su eclecticismo creativo, por su enorme capacidad de inventar y plasmar las realidades (o subrrealidades) más heterogéneas. Porque tan pronto realiza una escultura emulando el bronce más prehistórico –como si de un yacimiento arqueológico se tratara y sólo a base de recortes de papel–, como una pintura absolutamente hiperrealista, casi fotográfica; porque su manejo del color, las texturas, los volúmenes y su particular manera de interpretarlos es sublime. Y, probablemente, me quedo corta.

¿Ureña? Espectacular. No. No es un tópico. Es que, además del detalle llevado al extremo o la estética de su obra –cargada de una luz mágica, de espacios intensos, de libros y estanterías, de pequeños recuerdos y objetos cotidianos– tan afín a mi particular sensibilidad, la técnica empleada por este artista (acualera sobre papel en gran formato) es de una exquisitez y una complejidad asombrosas.

El intrincado simbolismo –a veces polémico– de la escultura de Pepe Yagües, el encanto mitológico de un artista ya consagrado como Matías Quetglas, la peculiar sensibilidad onírica de Pilar Alonso, la temática circense tan enigmática como fascinante de Manuel Alcorlo… Es esta, en fin, una muestra que tanto los amantes de tan hermoso animal como cualquiera que disfrute con el arte en estado puro no puede dejar pasar.