Nacido en Francia (El Havre, 1877-Forcalquier, 1953), discípulo de Leon Bonat, el pintor, artista gráfico, ilustrador, ceramista y diseñador textil, Raoul Dufy fue encasillado entre el fauvismo y la pintura hedonista. Una frase lapidaria de Gertrude Stein —Dufy es el placer— y su gran afición por el retrato de escenas bulliciosas —carreras de caballos, regatas, fiestas— tuvieron la culpa de esa casi eterna condena al ostracismo de la felicidad.
Se codea con Chagal y Moigliani, coquetea con el impresionismo, pero pronto comprende la necesidad de superarlo e impactado por la obra de Matisse, inicia sus escarceos con el fauvismo y posteriormente con el cubismo. Es hacia 1920 cuando consolida su propio lenguaje: estructuras definidas, perspectivas disminuidas, pinceladas veloces, inquietas, colores luminosos. Aunque fue entonces —y puede parecer una paradoja— cuando comenzó a emplear el negro como máxima expresión de la luminosidad.
Dufy ha sido víctima de la erosión del tiempo, que olvidó a un pintor tan famoso en su día como Modigliani, Chagall, Braque o Derain, explica Guillermo Solana, director del Thyssen.
Aunque es cierto que sus obras irradian un optimismo y un colorido inusitados, Dufy nunca fue un pintor teórico; al contrario, ecléctico e infravalorado, su afán por la experimentación, sus investigaciones acerca de la luz y el color y la necesidad de expresar su propio discurso estético, le llevaron a tomar caminos muy personales, distanciándose de etiquetas, escuelas o movimientos artísticos definidos. Pagó cara su independencia.
Sin embargo, en los últimos años, la figura de Raoul Dufy ha sido objeto de una creciente revalorización. Así, el Museo Thyssen Bornemisza rescata la obra del pintor francés, olvidada durante décadas, proponiendo una relectura de la misma en una gran retrospectiva —la primera dedicada a Dufy en España durante los últimos veinticinco años— con noventa y tres obras procedentes de diferentes instituciones, principalmente del Centro Pompidou.
Óleos, dibujos, acuarelas, diseños en tela y cerámicas…, una prolífica obra que pone de manifiesto toda esa complejidad pasada por alto y que Juan Ángel López-Manzanares, comisario de la muestra, insiste en destacar: un creador muy dotado, un gran dibujante, un excelso conocedor del color y de los medios técnicos.
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Raoul Dufy
Del 17 de febrero al 17 de mayo de 2015
Comisario: Juan Ángel López-Manzanares
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