En la obra de Dis Berlin pesa mucho la literatura. Pero también el cine, la música, la publicidad. Desde su nombre artístico, que suena a Lou Reed, hasta sus tonalidades cálidas cercanas a la lírica clásica, sus cuadros a veces pasan como fotogramas. Otras como un largo paseo por la Venecia de Tiziano. Porque el imaginario visual de este artista nacido en Soria en 1959 se nutre de todas las artes y estilos para crear una iconografía compleja, plagada de elementos surrealistas.
Dis Berlin es uno de los artistas más significativos de una generación que brotó en el Madrid de los 80. En plena Movida, la música, el cine, el comic, el color arte pop bullían entremezclados con aquellos nuevos de aires de libertad. Y fue dentro de esa vorágine donde Mariano Carrera se transformó en Dis Berlin; donde comenzó a desarrollar su particular universo onírico. Un espacio ecléctico donde el tono de Ezra Pound se funde con el paisajismo de Corot y el glam de Bowie con una naturalidad pasmosa. Entonces, en aquellos locos años 80, el azul marcó una primera época artística definida por el frenesí y la pincelada suelta. Aunque ya despuntaban los primeros elementos que iban a ser los recurrentes en su obra: la mujer, el cielo, la metafísica, el paraíso, las metamorfosis incesantes.
Todo ello vino después. Con el sosiego y el mar. La reflexión y la distancia. La exploración de su mundo interior y el descubrimiento de nuevos artistas: De Chirico, la estatuaria de Pompeya, Watteau, el prerrenacentismo... En esta nueva etapa mucho más madura, la pintura del soriano se torna cálida, densa, sugerente. Se perciben nuevas texturas, brumas, horizontes melancólicos, un renovado simbolismo que tan pronto evoca a los fauves como a la escultura griega. Siempre ejecutada con la misma esmerada técnica que le caracteriza desde sus inicios.
La Galería Guillermo de Osma inaugura una exposición dedicada íntegramente a Dis Berlin. Bajo el título, Baladas de un solitario se podrán contemplar un total de 33 obras entre óleos y fotomontajes. Una selección compuesta en su mayor parte por paisajes e interiores donde objetos y figuras humanas reciben el mismo tratamiento y combinaciones paradójicas cargadas de sentido del humor. De este modo, el artista logra crear ambientes metafísicos y silenciosos que invitan a la meditación y el sosiego. Una quietud que él concibe como contrapunto, como una reivindicación frente a la confusión y la vacuidad actuales.
Dis Berlin fusiona una vez más su arte con la creatividad literaria a través de un bello catálogo que enfrenta textos y poemas con la obra expuesta.
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Dis Berlin. Baladas de un solitario
Galería Guillermo de Osma. Claudio Coello, 4. Madrid 28001
Fechas: 24 de noviembre de 2016 a 27 de enero de 2017
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