El arte somos nosotros y fueron ellos. La belleza necesita de alguien que la admire, la comprenda, la busque. Todo arte es un camino de dos sentidos entre el creador y el que admira lo creado. De esa manera, cada obra de arte es única, no sólo por su creación, si no también por nuestra percepción de ella, más allá de los convencionalismos que compartamos con otras personas o incluso con el firmante de la obra.
Hasta el 6 de octubre, podemos recorrer uno de esos caminos hacia la belleza. o más bien unos cuantos, visitando la exposición Barroco exuberante. De Cattelan a Zurbarán, que se muestra en el museo Guggenheim de Bilbao. Un paseo hacia uno de los periodos creativos más interesantes de la historia del arte, que además se intenta hacer de una manera diferente, evitando lo obvio e intentando acercarse al estilo desde perspectivas nuevas. Dicho de otra manera, puede que lo Barroco no esté tan alejado de nosotros como pueda parecer a primera vista, y debamos seguir a nuestra mirada para darnos cuenta por este recorrido. Y la exposición lo consigue mediante una presentación de estilo cinematográfico y una confrontación entre obras antiguas y modernas, dejando así que lo importante sea nuestra vivencia y sea ella la que nos lleve hacia lo bello.
Más de cien obras para hacer de una visita al Guggenheim el centro de un fin de semana especial. Porque la belleza y el arte siempre lo son. Especiales. Como tú.
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