Brooklyn es un hervidero de artistas, de músicos, de cultura. De allí salió esta banda de indie rock fresco e ingenioso llamada Bishop Allen. Formada en 2003 por Justin Rice y Christian Rudder, tomaron su nombre de una calle de Cambridge, Massachusetts, en donde vivieron juntos tras su paso por la Universidad de Harvard. Actualmente se han mudado a Kingston, en el estado de Nueva York, una zona mucho más tranquila a poco más de dos horas de su antiguo barrio.
En sus años universitarios tenían un grupete de punk conocido como The Pissed Officers, en una onda similar a los Stiff Little Fingers, con el que publicaron un par de singles compartidos con otro grupo. Además colaboraban con otras formaciones, tenían un programa de música en la radio y desarrollaban sus inquietas mentes. Un ejemplo de su ingenio fue su primer disco, “Charm School”, publicado en mayo de 2003 y grabado enteramente por ellos durante más de dos año en el dormitorio que compartían. Incluso el sello bajo el que se editó era de ellos, Champagne School Records. La revista Rolling Stone, entre otros medios, se deshizo en elogios hacia el Lp y la banda.
A lo largo de todos estos años, Bishop Allen ha contado con innumerables músicos, tanto para sus conciertos como para sus grabaciones en el estudio. Hasta el momento han publicado cuatro álbumes y una docena de Ep´s. Su nuevo larga duración, “Lights out” ha tardado casi cinco años en aparecer pero la espera ha merecido la pena. Doce canciones impecables de aspecto casi veraniego que se apoyan sobre una base pop. Tal vez no resulta tan experimental o innovador como otros trabajos, pero el resultado es reconfortante.
Bishop Allen lanza el sencillo “Why I Had To Go”, al acompaña un videoclip dirigido por los propios Chad y Justin, quienes eligieron el juego del aro o del hula hoop como base porque, como dice la canción es “la interminable repetición de una acción”, pero también exigía una gran concentración, lo que suponía que las personas que aparecen en el clip se olvidaban de la cámara o no son conscientes de su presencia. El objetivo era captar la naturalidad, las expresiones puras, la personalidad innata, lo que se sobredimensiona al ralentizar la imagen. Fascinante y de un contagioso optimismo.
It is a narrowing,
It is a shrinking.
And there's a danger of overthinking.
It was everybody getting tired of drinking
Every night.
There was a little left to believe in,
Which is how I really knew I should be leaving...
I should be leaving
Now.
I should be leaving.
We were clever then,
We talked forever then.
And the night of our invention it would never end.
There was a parting
And there was sorrow.
It was impossible to picture it tomorrow.
It was necessity
And it was instinct.
And the pattern underneath
It kept repeating.
Kept repeating,
Kept repeating.
It's just how I really knew I should be leaving...
I should be leaving
Now.
I should be leaving.
Oh and it was everything,
Oh and it was just a way to keep from waking up.
Hello.
Which is why I had to go.
Which is why I should be leaving.
Which is why I had to go.
Am I delibering?
Am I delivering?
Am I offering the blanket
And you're shivering?
Is it a play without the passion?
Is it the endless repetition of inaction?
Is this a christening?
Or there's a crisis.
We can get together then
And say how nice it is.
Is it torment?
That depends.
Which is how a really knew I should be leaving...
I should be leaving
Now.
I should be leaving.
Oh and it was everything,
Oh and it was just a way to keep from waking up.
Hello.
Which is why I had to go.
Which is why I should be leaving.
Which is why I had to go.
What do you know?
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