En qué estaría pensando el realizador para llegar a la conclusión de que era una buena idea poner a los cuatro miembros de Los Gritos, sin un solo instrumento, en medio de un inmenso y desangelado plató vacío, sentados, con la misma postura, dos cámaras fijas y otra que va y viene de cara en cara. ¡Si la canción se titula “Veo Visiones” y eso ya da mucho juego!
Los Gritos era un conjunto, que así se decía entonces, que se formó en Torremolinos a mediados de los 60. El verano era una época propicia para las actuaciones y los contratos. Así que tres músicos granadinos, Francisco Doblas, guitarra solista, Pepín Sierra, guitarra rítmica, y Timmy Muñoz, batería, se unieron a un cantante de Crevillente, Alicante, llamado Manolo Galván. Tras los bolos veraniegos, se trasladan primero a Granada y poco después a Madrid, en donde esperan conseguir el éxito. No tienen suerte y las pasan canutas, incluso hambre. Manolo se queda en Madrid, colaborando con otras bandas, y sus compañeros se vuelven a la costa malagueña.
Manolo decide reunir a la banda y, por una serie de coincidencias, terminan participando en el X Festival de Benidorm, interpretando la canción “La Vida Sigue Igual”, de Julio Iglesias, quien también la defendía en el certamen. Era una norma que el mismo tema lo defendieran dos intérpretes distintos, ya que lo que se premiaba era a una canción. 15.000 pesetas se llevaron cada uno de los dos ganadores. Un dinerillo, en aquel entonces.
Aunque su versión vende menos que la de Julio, consiguen entrar en las listas, bastantes contratos, la atención de los medios, grabar discos e incluso participar en la película de Pedro Lazaga “Abuelo Made In Spain” (1969). Publican unos cuantos sencillos que, sin ser la repanocha, no están nada mal como la balada “Adiós Verano, Adiós Amor”, una canción más soulera titulada “Tusset Street” o la psicodélica popera “Veo Visiones”, con unos bonitos juegos de voces y una peculiar melodía. Por cierto, el grupo madrileño Happy Losers hacía una magnífica recreación de este tema.
A finales de 1970, Manolo Galván, que era el alma de Los Gritos, ya que cantaba, componía, tocaba el bajo, la guitarra y era su portavoz y su imagen, abandona la formación para empezar su carrera en solitario. El grupo siguió adelante pero al cabo de unos meses se disolvió definitivamente. Escuchemos visiones, veamos buena música.
Ah, ah, ah,
Por las noches creo ver,
Ah, ah, ah,
Creo ver a una mujer,
Ah, ah, ah,
Y me dice con palabras
Ah, ah, ah,
Que me quiere conocer.
Ah, ah, ah,
Me acaricia con sus manos,
Ah, ah, ah,
Y después, después se va.
Veo visiones,
Veo visiones,
Veo visiones,
Veo visiones.
Ah, ah, ah,
En mis sueños pude ver,
Ah, ah, ah,
Pude ver a esa mujer,
Ah, ah, ah,
Y me dice con palabras
Ah, ah, ah,
Que no se quiere marchar.
Ah, ah, ah,
Me acaricia con sus manos,
Ah, ah, ah,
Y después, después se va.
Ah, ah, ah,
Me acaricia con sus manos,
Ah, ah, ah,
Y después, después se va.
Veo visiones,
Veo visiones,
Veo visiones,
Veo visiones,
Ah, ah, ah,
Ah, ah, ah,