Giuseppe Verdi compuso la ópera en cuatro actos Nabucco basándose en un libreto, escrito por Temistocle Solera, que llegó a sus manos de casualidad. Algo maravilloso habría visto en él para hacerlo, porque, después de la muerte de su esposa y sus dos hijos Verdi había decidido dejar de componer. La ópera, cuyo libreto estaba basado en la obra Nabucodonosor de Francis Cornue y Anicète Bourgeois, se estrenó el 9 de marzo de 1842 en La Scala de Milán. El papel de Abigaille fue interpretado por Giuseppina Strepponi, quien más tarde se convertiría en compañera sentimental y esposa de Verdi.
Nabucco, la obra judía de Verdi, cuenta la historia del exilio hebreo en Babilonia tras la pérdida del Primer Templo de Jerusalén y Va, pensiero del tercer acto expresa la nostalgia por la tierra natal. Una ópera maravillosa, pero también, y es el motivo por el que finalmente cautivó a toda Italia, por la asociación que hacía el público entre la historia del pueblo israelí y las ambiciones nacionalistas del pueblo italiano, un canto contra la opresión extranjera en la que vivían, uno de los símbolos que, con frases como Oh mia patria sì bella e perduta! -¡Oh, mi patria, tan bella y abandonada!-, utilizó el pueblo para reforzar el ideal de independencia y unificación de toda la península italiana.
En el año 2011 Italia celebraba el 150 aniversario de su unificación con la representación en el Teatro dell'Opera di Roma de Nabucco, dirigida por Ricardo Muti. Berlusconi, que asistía a la representación en calidad de primer ministro, tuvo que oír antes de la representación las quejas del alcalde de Roma, Gianni Alemanno, denunciando los recortes presupuestarios que en materia cultural estaba aplicando el gobierno. Alemanno pertenecía al partido de Berlusconi e incluso había formado parte de su gabinete. El público coreaba ¡Viva Italia!, ¡Viva Verdi!, como en los tiempos gloriosos de la independencia, mientras cantaban a coro Va, pensiero. Muti se unió a la denuncia haciendo un bis y manifestando que sin el apoyo a la cultura, realmente Italia estará bella e perduta!.
Va, pensiero, sull’ali dorate;
va, ti posa sui clivi, sui colli,
ove olezzano tepide e molli
l’aure dolci del suolo natal!
Del Giordano le rive saluta,
di Sionne le torri atterrate…
Oh mia patria sì bella e perduta!
Oh membranza sì cara e fatal!
Arpa d’or dei fatidici vati,
perché muta dal salice pendi?
Le memorie nel petto raccendi,
ci favella del tempo che fu!
O simile di Sòlima ai fati
traggi un suono di crudo lamento,
o t’ispiri il Signore un concento
che ne infonda al patire virtù.
che ne infonda al patire virtù
che ne infonda al patire virtù
al patire virtù!
¡Vuela pensamiento, con alas doradas,
pósate en las praderas y en las cimas
donde exhala su suave fragancia
el aire dulce de la tierra natal!
¡Saluda a las orillas del Jordán
y a las destruidas torres de Sión!
¡Oh, mi patria, tan bella y abandonada!
¡Oh recuerdo tan grato y fatal!
Arpa de oro de los fatídicos vates,
¿por qué cuelgas silenciosa del sauce?
Revive en nuestros pechos el recuerdo,
¡háblanos del tiempo que fue!
Al igual del destino de Jerusalem
Canta un aire de crudo lamento
o que te inspire el Señor una melodía
que infunda virtud al padecimiento
que infunda virtud al padecimiento
que infunda virtud al padecimiento
virtud al padecimiento