Si bien es cierto que en los años 60 la música australiana mostraba una clara influencia británica, a partir de mediados de la década siguiente su mirada se fue posando en Estados Unidos y en la llamada música americana, con sus raíces, sus variaciones de rock y de country, sus sonidos de amplias praderas y en ella ha encontrado un auténtico filón. Además, a forjar esa buena línea se han dedicado músicos importantes como el gran Paul Kelly, los ex The Go-Betweens Robert Foster y Grant MacLennan, y más recientemente Bryan Estepa o Michael Carpenter con su grupo The Cuban Heels. Y sobre esa base, el músico de Sídney Steve Smith ha construido también su sólido argumento musical y para ello ha creado una banda de una encantadora eficiencia que suena cálida, abierta y emocionante. Se llama Fallon Cush.
Cuando en julio d 2011 Fallon Cush publicó su primer álbum, titulado con el nombre de la banda, Smith se dedicaba a explorar el paisaje que se dibujaba entre el power pop, el pop rock algo sofisticado y una sutil dosis de Americana. En dicho LP, grabado en Sídney por el productor Chris Vallejo y masterizado en los míticos estudios Abbey Road, se percibía claramente la influencia de Bob Dylan, Tom Petty, Big Star, Crowdend House o The Jayhawks, una receta que producía canciones con vibrantes melodías y una buena base compositiva. Un trabajo rico y variado que ofrecía desde sacudidas de buen soul, a momentos más melódicos y poéticos, pasando por tintineantes guitarras de jangle pop y adictivos sonidos de country rock.
El éxito y la buena acogida entre aficionados y crítica aceleraron la aparición del segundo álbum de Fallon Cush, “April”, que salió al mercado en ese mes de 2012, de nuevo con la producción de Chris Vallejo y esta vez con la masterización de Greg Calbi (Ramones, Television, Patti Smith, Talking Heads, Tame Impala, The National…), realizada en Sterling Sound. El disco recibió unas grandes críticas en todo el mundo y Fallon Crush fue etiquetado como una combinación entre la voz de Bob Dylan y la agradable atmósfera radiofónica de Neil Finn, líder de Crowded House. Es decir, una sensibilidad pop sobre la profundidad de las raíces del rock y del country rock americano.
A finales de 2015, Fallon Cush, formado por Steve Smith, cantante y compositor de todos los temas, Glen Hannah, guitarrista, Scott Aplin, teclista, y Josh Schubert, bajo y batería, volvió a ingresar en el estudio para grabar, con el respaldo de las vocalistas Suzy Goodwin y Stephanie Gracia, su tercer álbum, “Bee In Your Bonnet”. Grabado en Linear Recording, Sídney, con la producción compartida por la banda y una vez más Chirs Vallejo, el disco recibió la cuidada masterización en Los Ángeles de Stephen Marcussen (Dawes, The Rolling Stones, Tom Petty o The Decemberists, entre otros muchos).
Un disco que muestra el refinamiento y la evolución del sonido de Fallon Cush, adentrándose aún más en el territorio del country alternativo y sonando todavía más abierto. Guitarras más cortadas y arrogantes que introducen en zonas más oscuras las habituales pegadizas melodías de Steve pero que la banda ha hallado la forma de dotarlas de aristas más irregulares, de cubrirlas del polvo del camino. La producción también ayuda a que esos matices acerquen a Fallon Cush hacia la música de The Byrds, Bob Dylan o Ryan Adams. Un clímax perfecto para disfrutar de esa diferente perspectiva que las bandas australianas saben encontrar cuando posan su mirada sobre la música americana. Fallon Cush lo hace y, además, con talento, magia y conocimiento.
Would it take a photograph, jog a memory or two
A Parisian cenotaph and a sky that’s so blue
Under the arches, down by the Seine
A moment of truth when it came
A picture post card in need of a frame
So let’s not beat around that bush for too long
You got yours and I got mine and it’s there on teh tip of your tongue
I’d give you a penny, a penny for your thoughts
A slice of your dreams
I’d give that wish at the bottom of the well
I’m too far gone, I’m a hopeless case
I cramp your style, invade your space
I hang around, like a useless friend
And for you and I you know that I’d do anything
It all started with you and you’ll be my end
Some things aren’t obvious or yours to defend
I’d give you a penny, a penny for your thoughts
A slice of your dreams
I’d give that wish at the bottom of the well.
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