A principios de los 90, el músico de origen irlandés Nick Hemming puso en marcha una banda llamada She Talks To Angels, en la que incluía al actor Paddy Considine, al cineasta Shane Meadows y al bajista Richard Easton. Con ellos escribió e interpretó la música de un par de películas, “A Room For Romeo Brass” (1999) y “Dead Man´s Shoes” (2004). En 2006, Nick se trasladó a Londres para trabajar como multi-instrumentista con el productor Christian Hardy y juntos terminaron formando una banda para tocar en vivo llamada The Leisure Society.
Esta agrupación de músicos, la mayoría provenientes de otras formaciones también notables, como por ejemplo el violinista Mike Siddell que previamente había tocado con Hope Of The States y The Miserable Rich, pronto logró un considerable éxito de crítica y público gracias a su muy atinada y exquisita mezcla de indie y de folk. Sus bonitas melodías, con cuidados arreglos, trabajadas partes vocales y emotivos ambientes hizo que The Leisure Society se colara entre nombres como Fleet Foxes o Grizzly Bear, en esa hornada de bandas que intentan regenerar y combinar los sonidos más tradicionales del folk con el atrevimiento sin estridencias de la música indie.
Desde la publicación de su álbum de debut, “The Sleeper”, en 2009, The Leisure Society ha editado otros dos apetecibles discos grandes, “Into The Murky Water” en 2011 y “Alone Aboard The Ark” dos años después. Su nuevo Lp “The Fine Art Of Hanging On” tiene prevista su publicación a través de Full Time Hobby el próximo 13 de abril, aunque ya se puede ir haciendo la habitual pre compra, en una de esas nuevas tácticas comerciales o manías que uno no entienden muy bien, la verdad, ¿se va a agotar toda la tirada? ¡Ojalá! Por si las moscas, para apoyar la aparición del disco la banda realizará de forma inmediata una gira por Reino Unido. Luego, Europa.
El nuevo trabajo ha sido descrito como un álbum conceptual que surgió como tal de forma no intencionada. Una colección de canciones en torno a una serie de temas específicos, como la muerte, la idea de aferrarse a la vida o las relaciones en su conjunto. Todas con un hilvanado nexo común.
James Moore, el director del videoclip “Tall Black Cabins”, es un cineasta que ya conocíamos por su labor con Catfish & The Bottlemen y Erland & The Carnival. La canción se centra en el declive de la industria pesquera en el momento actual y se apoya en una serie de imágenes que de forma muy sencilla y comprensible impregnan de pesimismo un perfecto telón de fondo visual sobre el que se desliza una emocionante melodía indie folk. Moore ha querido recoger en una escueta y magníficamente realizada filmación la lucha de los pescadores solitarios en el Reino Unido y con la ayuda del director de fotografía Dave Miller ha documentado un día en la vida de un pescador cualquiera de la costa de Sussex. Una existencia de trabajo duro con una paupérrima recompensa. Una combinación de discreta honestidad y melancólica belleza.
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