El próximo 20 de abril saldrá a la venta el álbum “44/896” realizado en colaboración por la estrella de la música de baile, el jamaicano Shaggy, y el cantante Sting, ex bajista y fundador de la mítica banda británica The Police. El pasado mes de enero se dio a conocer uno de los cortes de este disco “Don´t Make Me Wait”, una canción de la cual se acaba de lanzar un vídeo grabado en las calles de Kingston, con la presencia de ambos músicos, Sting y Shaggy.
Orville Richard Burrell, artísticamente conocido como Shaggy, es un cantante, DJ y músico jamaicano que cuenta con unos cuantos éxitos internacionales que le han reportado fama y dinero (mucha fama y mucho más dinero). Suyos son hits como “Oh Carolina”, “Bombastic”, “Angel” o “It Wasn´t Me”. Y además de su propia carrera/discografía, es un tipo con la mente muy abierta y muy habituado a colaborar con otros artistas. Raperos, rockeros, músicos de reggae, de baile, productores… Ha trabajado con gente como Eve, Sly And Robbie, el egipcio Tamer Hosny, el jamaicano Beres Hammond, el cantante sueco-congoleño Mohombi, el australiano de origen libanés Faydee, el rumano Costi, la francesa Mylène Farmer… Es decir, que le gusta confrontar sus ideas musicales con otros artistas cuya cultura o cuyo origen le pueda aportar una mirada distinta. Y ahí es donde su camino se ha cruzado con el de Sting.
Poco hay que contar de Sting que ya no se sepa. Para el mundo occidental y para los amantes del rock y del pop, en todas sus gamas y variantes, el cantante inglés es de sobra conocido. Toda su carrera ha sido contada mil veces, sus principios jazzísticos, su liderazgo en The Police, sus discos en solitario, su activismo político y social, sus escarceos en el cine, su elegante porte, su buen envejecer… Todo un modelo para la industria y un ídolo para los aficionados de todo el mundo que siempre han admirado su capacidad de innovar, de combinar y de probar nuevos sonidos.
Elaborado entre Manhattan, Nueva York, en donde vive Sting y muy frecuentemente graba Shaggy, y Kingston, Jamaica, lugar de residencia de la familia de este último, el disco resulta sorprendente porque ambos músicos han buscado todo tipo de sonidos. Una colaboración que para muchos puede resultar incluso insólita pero que ha dejado plenamente satisfecho y encantado a cada uno de sus participantes.
El primer avance del álbum es “Do Not Make Me Wait”, que combina el repiqueteo lírico machacón de Shaggy con un estribillo algo lastimero y una punzante línea de bajo. No es la primera vez que Sting se cruza en el camino del reggae y del ska, ya que fue un sonido muy habitual entre sus compañeros de generación, allá por finales de los 70, principios de los 80. En el LP han participado el antiguo guitarrista de Sting, Dominic Miller, y la leyenda del reggae Robbie Shakespeare.
De la dirección del vídeo se ha encargado Gil Green (R City, Flo Rida, Pitbull) quien ha intentado capturar la cultura jamaicana en su forma más pura. Es decir, que no vemos los lugares más turísticos de la isla sino aquellos rincones en los que se produce la vida real. Por callejuelas, plazas y barrios vemos a Sting y a Shaggy interpretando esta canción que suena a avance prematuro del verano. Esperamos que el álbum nos traiga algo de ese calor.
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