Sinfonía nº 5, 1er movimiento. Ludwig von Beethoven. 1
Classical

Sinfonía nº 5, 1er movimiento. Ludwig van Beethoven

Una obra que todavía emociona, más de doscientos años después de su estreno en Viena, el 22 de diciembre de 1808.

Con sólo 26 años, Ludwig van Beethoven (1770-1827) había comenzado a advertir los primeros síntomas de sordera. En 1802 escribe el Testamento de Heiligenstadt, una carta dirigida -pero nunca enviada- a dos de sus hermanos en la que desesperadamente les habla de lo insoportable que le resulta la idea de volverse sordo, injusticia que le llevó incluso a plantearse el suicidio. Pero sabía que todavía tenía mucho que descubrir y explorar, esperanza que fue lo que probablemente lo salvó.

Conforme avanzaba su sordera, el genio de Bonn fue encerrándose en su propio mundo, convirtiéndose en un ser solitario y huraño. Mi vida son mis notas, advirtió en alguna ocasión. Sin embargo, su música se hizo cada vez más hermosa, dramática y expresiva. En este periodo silencioso fue cuando compuso sus obras más sobresalientes, los Conciertos cuarto y quinto para piano, la sonata para piano Appassionata, la Misa solemnis, sus últimos Cuartetos y las seis extraordinarias sinfonías que van desde la cuarta a la novena.

Leonard Bernstein resumió perfectamente la aportación de Beethoven a la música universal, Donde Haydn hace un pequeño y delicioso chiste para ser contado en una sala de estar, Beethoven hace chistes que estremecen al mundo y que se pueden contar en medio de una furiosa tormenta. Beethoven rechaza el concepto de aristocracia. Por eso dedica su Tercera Sinfonía –Heroica- a Napoleón, aunque no duda en retirarle la dedicatoria, enfadado, cuando Bonaparte se proclama emperador. Admira la idea de igualdad que emana de la Revolución Francesa. Por eso su Novena Sinfonía recoge la Oda a la alegría de Friedrich Schiller en la que Todos los hombres son hermanos. A Beethoven no le van las obras encargadas para amenizar entretenidas reuniones de unos cuantos afortunados aristocráticas. Con él, el compositor se convierte en un profesional con criterio propio que reflexiona, madura, publica y vende su obra con libertad, dirigida a un público universal, a toda la humanidad, presente y futura.

Aunque mantiene el interés por el desarrollo temático de Haydn, Beethoven transforma progresivamente la reglas y formas musicales del clasicismo adecuándolas a las necesidades expresivas del pensamiento romántico. La concepción cíclica, la conexión entre movimientos, la introducción del scherzo, el contenido conceptual, los contrastes dinámicos, la combinación de bloques sonoros y la ampliación de la orquesta, añadiendo nuevos instrumentos, modificaron el concepto de Sinfonía a lo largo de una serie de nueve obras que habitan en el parnaso de la historia de la música occidental.

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