¡Qué frágil es la memoria! Ya casi nadie se acuerda de una banda tan seminal como Faces. Es cierto que su antecedente, Small Faces, sí que está bien valorada, se la considera uno de los primeros grupos mods de la historia y su música goza de enorme prestigio. Pero a su continuación, los Faces, en la siguieron el teclista Ian McLagan, el bajista Ronnie Lane y el batería Kenney Jones, y a los que se sumaron el guitarrista Ronnie Wood, ahora en los Stones, y el gran cantante Rod Stewsart, poca gente la tiene en alta estima y eso que abrieron un camino por el que han circulado, y todavía transcurren, numerosos grupos, como los Rollin´ Stones, The Black Crowes, Aerosmiths, Diamond Dogs o esta joven banda de Los Angeles llamada The BlessingsThe Blessings.
Jeremy White es el cantante, armónica y guitarra rítmica de The Blessings. Su aspecto recuerda a Ron Wood, el ahora guitarrista de los Stones, y sus movimientos tienen tanto de Rod Stewart como de un Mick Jagger joven (cuando los dinosaurios dominaban la Tierra). Incluso su voz está algo rota, aparentemente quebradiza, aguardentosa y nocturna. De las que amanecen tiradas en un callejón tras una noche de excesos. Mike Gavigan es el guitarrista solista, Frank Scimeca el bajista y Jason Upright el batería. Tres músicos eficientes que además refuerzan con sus coros la parte vocal. En una banda de tugurio y escenario como ésta, no puede faltar un piano y un órgano que arropen el sonido del grupo en cada nota, una labor que desempeña Jeffre Howell y que da sentido al clásico letrero de “por favor, no disparen al pianista”. ¿Qué más se le puede pedir a The Blessings? Pues la presencia de una gran cantante como Lavone Barnett-Seetal haciendo unos coros espectaculares. Una formación redonda.
The Blessings acaban de lanzar su tercer disco, un Ep con cinco temas titulado “Shipwrecked”. Un puñado de melodías bien elaboradas en las que se mezcla en rock británico y el americano, el blues, un poco de country, un suave toque de bar de carretera y reminiscencias de clásicos del rock and roll, como Chuck Berry, y de la música de estadios bien trabada, como Tom Petty. Los duelos entre Jeremy, el cantante, y Mike, el guitarra, podrían compararse a un hipotético encuentro en sus años dorados entre Rod Stewart y Keith Richards. Buenos riffs contra una voz descreída en un combate por narrar el amor más profundo y sexual, el corazón más roto, la botella más vacía, la noche más larga, y siempre arropados por el buen hacer de una eficiente y cálida banda.
El videoclip de “Shipwrecked” da una exacta idea de cuál es la propuesta de The Blessings y confirma que en esto del rock and roll no importa la edad, sino el espíritu. Ellos muestran que su sonido está profundamente arraigado en algunos de los mejores momentos del rock de los setenta pero también que saben escribir canciones atemporales y suyas, exclusivamente suyas. Tras la publicación de “Bare Bones”, su álbum de debut, y del siguiente Lp “Tomahawk Inn”, su nuevo disco es una clara demostración del evidente progreso de The Blessings. Es rock and roll, simplemente, y nos gusta.
Medication time so get back in line
Or you won’t get nothin’ you won’t get nothin’
You can Cry all night ‘til your eyes are dry
You ain’t got nothin’ You aint got nothin’
Exercise your excess lies
You must want something You always want something
It’s cold outside and the sun won’t shine
And you’re so unaware
Shipwrecked on the shore
Waves won’t crash anymore
You come on strong and you stay too long
You ain’t got nothin’ you aint got nothin’
You’re holding on like you still belong
You aint got nothing you aint got nothing
Turn on your charm and you sing your song
You must want something You always want something
Is your head screwed on are you far too gone
Cause you’re so unaware
Shipwrecked on the shore
Waves won’t crash anymore
When you make it home
To the smiling memories
And everything you own
Was lost out on the sea
Your vessel is haunted
We got your S.O.S.
It’s not the party you wanted
You came over dressed.
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