Cada día hay más cantantes blancos con voz negra, con espíritu y sensibilidad para cantar los sonidos que han dado orgullo de raza, como el góspel, el soul o el rhyth and blues. No son imitadores que fuerzan su garganta para falsificar de forma más o menos eficiente lo que otros hacen de forma natural. Estos nuevos valores, como es el caso de Anderson East, se han empapado desde su infancia de ese sentimiento que ahora expresan de forma clara, convincente y sincera. Claro que para compensar también hay muchos artistas de color que imitan lo peor de los rostros pálidos.
El pasado 10 de julio, el cantante de Athens, Alabama, Mike Anderson, artísticamente conocido como Anderson East, publicó “Delilah”, el primer Lp que ponía en las tiendas con el respaldo de una gran compañía discográfica: Elektra. El disco, un humeante rescoldo de soul sureño y rhythm and blues, está producido por Dave Cobb, un reputado profesional bien conocido en Nashville, ciudad en la que reside Anderson, y cuya firma sonora aparece en álbumes de, entre otros artistas, Waylon Jennings, su hijo Shooter Jennings, Jason Isbel, George Jones, Chris Stapleton o Jamey Johnson.
A diferencia de otros muchos cantantes que intentan asumir el legado del góspel o del soul a base de clamar al cielo a grito pelado y de rogar a todos los dioses que les den el talento que les falta, Anderson East tiene por regalo divino una voz que rasga la piel, que enciende el deseo sexual, que cubre los oídos, los recuerdos y el espíritu con la arena y el polvo de las raíces de la música. Cuando East terminó sus estudios en la universidad estatal de Middle Tennessee empezó a tocar la guitarra acústica y a ganarse unas monedas como cantautor en el área de Music Row, el cogollo musical de Nashville y la zona por donde tarde o temprano pasan todos los grandes del negocio de la música en aquella ciudad.
“Satisfy Me” es una de las cinco canciones grabadas en directo en Fame, el mismo estudio en el que, uno de sus héroes, el gran Wilson Picket, registró algunos temas inolvidables como por ejemplo “In The Midnight Hour”. Para esta ocasión tan especial, East se ha rodeado de excelentes músicos, como el cantante Kristen Roger en los coros, el guitarrista del dúo instrumental Steelism Jeremy Fetzer, la excelente bajista de Sugarland Annie Clements y el habitual batería de Jamey Johnson, Chris Powell. A ellos se les une una tórrida sección de viento formada por Wesley Winfrey y Frederick Weathersby. El resultado final es espectacular, con una interpretación a cargo de Anderson realmente apasionada y sutil.
La música de Anderson East rebusca en las profundidades del terreno, del soul hecho en el sur de Estados Unidos, con sus cálidos atardeceres de cielos rojos y esas guitarras que pasan como una brisa, entre amigos y unas cervezas, entre los pliegues de los recuerdos y las promesas de los sueños. “Satisfy Me”, la difícil tarea de encontrar motivos para la satisfacción en esta vida. La música a veces nos los da con cantantes como Anderson East.
I sipped the finest brandy, is not as sweet as perfume
I kissed the softest lips, but even they wouldn't do
I drove the Autoban, in a Coupe Deville
Climbed Kilimanjaro, it was just a hill
Now it's gonna take more, more, more
To satisfy me
Satisfy me
Now, listen here baby, just as fine as the comb
But you're a selfish little pervent, a cold hit and run
Oh got PHD and TLC, and theres so many fish in the sea
And it's gonna take more, more, more
To satisfy me
Oh, to satisfy me
Satisfy me
It's gonna take more, more, more
More, more, more
It's gonna take more
Goin' take more
Goin' take more
To satisfy me
Oh, to satisfy me
Satisfy me
Oh, to satisfy me
Oh, satisfy.
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