Cuando a principios de 2017, Sarah Shook & the Disarmers lanzó su álbum de debut, “Sidelong”, inmediatamente se ganó los elogios de la crítica y del público por su explosión de fresca, feroz honestidad y su ingenio malicioso. Se trata de la irrupción de una nueva voz que fue unánimemente bien acogida en un género que, muy frecuentemente, parece algo enloquecido o demasiado convencional. Y aunque para muchos ese disco pudo haber llegado como una sorpresa, su nuevo trabajo, “Years”, consolida la impresión inicial: Sarah Shook & the Disarmers han pasado de llamar la atención de la gente a liderar un estilo. El álbum, armado sobre un puñado de canciones de afilada composición, una perspectiva única, un sonido más profundo y una actitud arrogante y pendenciera, te toma por la pechera, te sacude sin piedad y te señala con su dedo el pecho, desafiante y seguro. Un trabajo que nos enseña a una Sarah decidida, contundente e inquebrantable.
Inspirada por artistas tan dispares como Sex Pistols, Elliott Smith o Hank Williams, Sarah canta con confianza, control y, a veces, un toque amenazante. The Disarmers la respaldan en todas las pistas, coloreando sus historias de resiliencia y empatía con tanta intensidad como siempre, así como con un espectro sonoro más amplio. Es fácil imaginar a Sarah Shook como pariente cercano de artistas como Hurray para Riff Raff y Margo Price en la canción que da título al álbum, o situarse en la onda de la década de los sesenta en "Lesson". O con una amplitud miras que evoca el abierto horizonte en "What It Takes", donde habla con toda sinceridad del disco, de su vida y del universo.
En su corazón palpitante, “Years” crepita con una mirada muy contemporánea y relevante sobre el espíritu de los que están fuera de la ley y lo establecido. Construido alrededor del sinuoso pedal steel de Phil Sullivan, y el rasgueo post-punk y el canturreo del álbum “Live at San Quentin” de Johnny Nash en la guitarra de Eric Peterson, hay ecos de Nikki Lane y Merle Haggard tanto como de Ty Segall. El hogar de Sarah Shook & The Disarmers es el honky tonk andrajoso, pero real, no el country honky tonk. El ambiente de bar lleno coreando una melodía resuena en "New Ways To Fail" que es sencillamente un tema clásico country para arrancar una sonrisa a través del dolor. "Damned if I Do" podría ser el clásico de Ernest Tubb "Drivin 'Nails In My Coffin" pero el siglo XXI, si así lo consideramos; una canción perfecta para recorrer el camino. Una canción, "The Bottle Never Lets Me Down", con su aire siniestro hará que cualquier persona que haya sido injustamente arrollada, rechace el siguiente empujón.. La terapia frente a la devastación personal toma muchas formas, después de todo.
Como la propia Sarah señala: “Este disco trata sobre encontrar una salida a través del agotamiento, la depresión, la traición, la resaca después de la resaca, el subidón después de la caída después del subidón, la lucha después de una lucha sin fin. Se trata de levantarte y quitarte el polvo después de años de ser pisoteado y golpeado, levantar la barbilla, con la cabeza alta, después de que te hayan hecho todo lo peor, y decir bien alto: "Todavía estoy aquí".
“Years”, el nuevo disco de Sarah Shook & The Disarmers sale a la venta el 6 de este mes de abril y lo hace a través del sello Bloodshot Records.
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