Los primeros pasos en la música de Findlay Brown fueron con Boedekka, un grupo que fue descubierto por Boy George y del que la prensa musical inglesa se prendó y lo definió como un cruce perfecto entre Pink Floyd y Beta Band. Aunque también había otros nombres que se podían añadir sin problemas, como Paul McCartney o Primal Scream. Letras interesantes y una mezcla bien hilvanada de diferentes estilos, entre ellos el pop, el rock, el folk, la psicodelia y la electrónica. Así era este grupo que llegó a publicar en España un par de discos, entre ellos ese pedazo de álbum que era “The Piper, The Devil, The Poet & The Priest”, a través del sello madrileño Mushroom Pillow. Todavía Findlay recuerda lo bien que lo pasó en sus visitas a nuestro país.
Desde 2007 Findlay Brown camina en solitario y su primera entrega llegó ese mismo año y fue con el álbum “Separated By The Sea”, publicado con Peacefrog Records. Y poco antes de trasladarse a Nueva York publicó un segundo Lp con su nombre titulado “Love Will Find You”. Con un creciente interés musical por la new wave y los cantos de los chamanes, Findlay tiene ya listo su tercer disco “Slow Light”, que saldrá a la venta el próximo 25 de septiembre con DPC Records.
Cinco años ha tardado este músico nacido en Yorkshire en preparar su nuevo trabajo. Findlay, que ha dejado la bebida y ha recuperado la confianza en su talento, cree que su viaje por la vida estaba influyendo en su música y ésta en su trayectoria vital y afirma que ahora por fin ha encontrado la paz y la satisfacción por lo que hace. “Puede que no sea tan bueno como el Sgt. Pepper´s pero no está nada mal”, ha dicho. Y es cierto, no está nada mal.
En su nuevo disco, Findlay Brown regresa al folk en algunos aspectos. Las melodías y la sencillez son la base de sus nuevas canciones, así como las historias que cuenta, personales y subjetivas. Pero su inquietud y sus más recientes influencias le llevan a utilizar otras herramientas procedentes de campos tan distantes como el pop, la música experimental, la new wave o los sonidos ambientales, sutilmente psicodélicos.
También es bastante atmosférico el videoclip que acompaña a la canción “Ride Into The Sun”, dirigido por Anthony Dickenson. Una fotografía granulada, casi nostálgica de los viejos métodos de filmación y revelado, que se anuda a la melancólica forma de cantar de Findlay Brown en esta pieza. Una película de 16 mm sobreexpuesta permite conseguir la sensación de un calor desbordante y excesivo calor envolviendo al cantante.
Still was the river wanting the sea
deep as the ocean the need
high on the mountain far from their dreams
nowhere has she never been
get up get up run, ride into the sun
get up get up run, ride away
get up get up run, ride into the sun
get up get up run, ride away
darkness was screaming over the trees
branches that blacken and bleed
you take the silver, i'll take relief
don't need that danger you bleed
get up get up run, ride into the sun
get up get up run, ride away
fly to the stars
free from the shadows
fly on fly on fly on fly on
get up get up run, ride into the sun
get up get up run, ride away
get up get up run, ride into the sun
get up get up run, ride away
into the sun.....
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