Bob Marley escribió esta canción en 1979 al poco tiempo de saber que tenía cáncer. Además de constituir un verdadero himno para Jamaica, su tierra, se puede percibir cierta reflexión profunda respecto al sentido de la vida.
Es la canción más influyente en la historia de Jamaica y un homenaje al movimiento pan-africano que pretendía redimir África expulsando a los blancos originarios de Europa y fomentando el retorno de los descendientes de africanos que habían salido del Continente como esclavos. De hecho, Marley tomó unos versos del discurso de 1933 de Marcus Garvey, líder carismático, periodista, político e impulsor del movimiento pan-africano: “Emancípate de la esclavitud mental/ porque solamente nosotros mismos podemos liberar nuestras mentes”.
Pero, más allá de la intención política, esta canción es ya un himno para quienes defienden la libertad de los individuos, en general, y llaman a despertarse a sus conciudadanos de manera pacífica.
Publicada en el noveno álbum de Bob Marley, Uprising, es la única canción en su historia como músico en la que no se percibe una nota de reggae, sino que es melódica, y la grabación consiste simplemente en su voz acompañada por una guitarra. Ha sido versionada por Manfred Mann, Jackson Brownie, Eternal, Joe Strummer, Angelique Kidjo y el mismísimo Stevie Wonder.