Es curioso el caso de Florence And The Machine. Por una parte se la puede considerar incluida de lleno en la parte más comercial de la música, aquella que pertenece cual coto privado de caza a las pocas “majors” que todavía sobreviven, reunidas, absorbidas y reunificadas una y otra vez, y que manejan a los artistas, a los productos, como dicen ellos, con un criterio muy mercantilista y unos objetivos puramente económicos. Pero esta banda también está integrada de alguna forma de ese mundillo underground y que todo lo sabe y que pone y quita etiquetas, que condecora a un artista con el noble blasón de alternativo, y por tanto de intelectual, moderno e innovador, o bien lo castiga con el olvido y la indiferencia por considerarlo que es artificial y de poca sustancia.
La cantante Florence Welch, la cara más visible del grupo, y su socia Isabella Summers, compositora productora y teclista de Florence And The Machine, fueron capaces desde sus primeros pasos de ganarse la confianza de un gran sello como Islands, a pesar de ser una banda de indie rock, con toques de pop barroco y momentos más intrincados de rock intelectual con influencias de la música clásica y avant-garde. Y han conseguido, además, el apoyo económico necesario para colarse en los medios, en los canales de videos, en la prensa especializada y en las webs musicales. Y lo mejor de todo es que han mantenido gran parte de su personalidad bastante intacta y su credibilidad, que en ocasiones podría ponerse en duda ante tanto éxito comercial, sigue bastante intacta gracias a su música y sus canciones.
El pasado mes de mayo, Florence And The Machine editó su tercer álbum “How Big, How Blue, How Beautiful”, un disco conceptual que se estuvo madurando durante casi tres años y medio y que volvió a encumbrar al grupo a los primeros lugares de las listas de ventas de todo el mundo, incluyendo el Números Uno en Estados Unidos, Reino Unido, Australia, Canadá, Suiza o Irlanda. Y unas ventas bastante buenas para los tiempos que corren. Pero lo mejor de todo es que las canciones del álbum, que cuentan con una esmerada y pulidísima producción, son francamente buenas.
Florence And The Machine continúa su serie de videoclips dirigidos por Vincent Haycock y en esta ocasión entrega dos por el precio de uno, “Queen Of Peace” y “Long And Lost”, dos canciones que forman parte del último Lp. Un videoclip espectacular, cinematográfico y cautivador, rodado en un paraje impresionante como es la isla de Easdale, en las Hébridas Interiores.
En videos previos veíamos a Florence Welch luchando contra la dolorosa disolución de una relación y lo que quedaba de ella después. En esta nueva entrega nos lleva al pasado, a revivir sus experiencias durante la infancia. El drama representa el choque de una joven adolescente contra una violenta pelea que se produce en su entorno. Junto a una emotiva interpretación de la cantante se establece una atractiva comunión con el frío e invernal paisaje escocés. Un gran trabajo.
El proyecto de colaboración entre Florence And The Machine y Haycok responde al nombre de Odyssey y pretende, entre este año y 2016, completar con videoclips todas y cada una de las canciones del último álbum. Al mismo tiempo, desde el 9 de septiembre, el grupo se pondrá de gira recorriendo primero el Reino Unido, luego Estados Unidos, en noviembre llegará a Oceanía y en diciembre se pasará por Europa, sin fecha en España. Afortunadamente estuvo en el FIB.
Todo un fenómeno sorprendente de éxito comercial y buen nivel musical el que rodea a Florence And The Machine.
Oh, the king
Gone mad within his suffering
Called out for relief
Someone cure him of his grief
His only son
Cut down, but the battle won
Oh, what is it worth
When all that's left is hurt?
Like the stars chase the sun
Over the glowing hill, I will conquer
Blood is running deep
Some things never sleep
Suddenly I'm overcome
Dissolving like the setting sun
Like a boat into oblivion
Cause you're driving me away
Now you have me on the run
The damage is already done
Come on, is this what you want?
Cause you're driving me away
Oh, the queen of peace
Always does her best to please
Is it any use?
Somebody's gotta lose
Like a long scream
Out there, always echoing
Oh, what is it worth?
All that's left is hurt
Like the stars chase the sun
Over the glowing hill, I will conquer
Blood is running deep
Some things never sleep
Suddenly I'm overcome
Dissolving like the setting sun
Like a boat into oblivion
Cause you're driving me away
Now you have me on the run
The damage is already done
Come on, is this what you want?
Cause you're driving me away
And my love is no good
Against the fortress that it made of you
Blood is running deep
Sorrow that you keep
Suddenly I'm overcome
Dissolving like the setting sun
Like a boat into oblivion
Cause you're driving me away
Now you have me on the run
The damage is already done
Come on, is this what you want?
Cause you're driving me away.
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