Grabado entre el caos y el bullicio de un cine situado en Bedford Avenue, en Brooklyn, en el corazón de Nueva York, y en la más absoluta soledad azotada por el incesante viento del sur de la isla de Wight, el cantante y compositor inglés/irlandés residente en Berlín, Ryan O´Reilly ha completado su segundo álbum, “I Can´t Stand The Sound”, el cual saldrá a la venta el próximo 26 de noviembre a través de DNA Records. Para ir haciendo boca, el cantautor ha adelantado un lyric-video con el tema que da título a su nuevo disco.
Aunque Ryan O´Reilly nació y creció en Southampton, Inglaterra, sus raíces están en Irlanda, de donde proceden sus progenitores, y de allí proviene su delicada melancolía. Empezó a tocar la guitarra con sólo diez años y de adolescente ya actuaba en las noches de micros abiertos de Toronto, en donde se forjó musicalmente. Luego regresó a su país y junto a unos amigos fue músico callejero en la concurrida Londres. Tan inquieto de mente y de creatividad como de propia urgencia vital, terminó actuando en varios países de Europa antes de recalar en Berlín, ciudad en la que fue bien acogido y consiguió hacerse con un hueco en la escena local.
Su oportunidad para registrar algunas de sus canciones llegó en 2015 con la publicación de su EP “Sometimes Things Just Happen”. Unos meses más tarde fichó con la disquera independiente DNA Records, con la que grabó su primer álbum de estudio “The Northern Line”, que tuvo una gran acogida entre la crítica musical de varios países. A finales de 2016 se unió con la banda de rock canadiense Arkells y en compañía del trío femenino de Toronto The O´Pears, se fue de gira por Reino Unido, Suecia y Alemania.
Ryan O´Reilly combina en sus canciones la pasión de un narrador de historias, de cuentos mundanos y cotidianos, con un inteligente humor negro. Su música, con raíces irlandesas, el folk eléctrico de Bob Dylan, el heartland rock y la Americana, se cose con detalle, meticulosidad, fuerza y naturalidad a unas letras honestas y sinceras. Ryan cuenta, además de con su reputación como compositor, con dos fieles compañeros como son el productor David Granshaw y su compañero de banda Tyler Kyte. Ellos se ocupan de llevar un paso más allá, de profundizar aún más en el sonido y la música de O´Reilly.
Sus canciones, las de Ryan, se centran en los detalles y las circunstancias, aborda el simbolismo y refleja un suave fatalismo. Su voz narra sin titubeos su melancólica visión de la naturaleza humana, del cosmos, pero también retuerce su mirada hacia la realidad para combinar tristeza y alegría, sonrisas y lágrimas. Lo que viene a ser simple y llanamente la vida misma.
El nuevo trabajo discográfico de Ryan O´Reilly es una exploración en su interior, una búsqueda de algún significado de un fatal accidente de trágico. Busca la belleza y la oscuridad, la luz y la miseria en las calles de Berlín, intentando entender el paisaje estadounidense a finales de 2016 y tratando de filtrar el incesante ruido que llega a todas horas y por todos los canales posibles de opiniones implacables y de noticias. De eso va, por ejemplo, la canción que presta su título al nuevo álbum, “I Can´t Stand The Sound”. Por eso canta “La tragedia se vuelve viral. Los llamados expertos siempre explicando. Pero nada se soluciona mientras se quejan. Cuanto peor se pone, más tienen que decir”.
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