Son nuevos tiempos. O simplemente son otros tiempos y que lo que ocurre en ellos o bien nos parece algo nuevo o nos suena ya algo vivido. Ahora se lleva unos sonidos que surgieron hace ya un buen rato y que sin embargo es en este momento cuando alcanza a los medios, a la población, a la industria. Antes de Rosalía o Nathy Peluso ya había algo así pero probablemente no consiguieron romper las barreras para llegar a las masas. Ya lo han hecho y el mercado se ha lanzado en busca de cantantes que tengan ese sello de mujer rebelde, preparada, autosuficiente y algo despectiva, que mezcla los estilos que toma de acá y de allá, con un toque exótico, con un matiz sorprendente. En esa línea llega Pongo.
La cantante y rapera luso-angoleña Pongo –recientemente incluida en una lista de NME con 100 nuevos artistas esenciales para 2020– acaba de publicar muy recientemente la canción “Canto”, el último single extraído de su próximo EP, “Uwa”, que verá la luz el 7 de febrero en Caroline International. “Canto” sigue al single principal “Quem Manda No Mic”, que sonó insistentemente hace tan solo unos meses, en cuanto su intérprete la compartió. “Uwa” –que quiere decir paso en la lengua angoleña Kimbundo– llega tras un EP previo, “Baia”, que ha sido escuchado en ‘streaming’ más de 6 millones de veces y ha dado pie a remixes de 20syl y Anoraak, ambos editados por Kitsuné.
Aunque en “Uwa” Pongo rapee por primera vez en inglés, la letra de “Canto” está cantada en ‘portuñol’, una mezcla de portugués y español. Se trata de una celebración de su turbulento camino para lograr una carrera musical y así asistimos a una artista, Pongo, que canta con su voz arenosa sobre ritmos latinos de mambo, propiciando un resultado futurista y sin fronteras. Como bien ha contado la propia Pongo, esta canción trata sobre la felicidad que ella misma siente al hacer música.
Originaria de Luanda, la capital angoleña, de niña Pongo se vio obligada a huir a Europa junto a su familia para escapar de la guerra civil. Acabaron instalándose en Portugal, en una ciudad cercana a Lisboa con muy poca presencia de población de inmigrantes africanos, y la joven Pongo sufrió prolongadamente racismo durante sus años escolares. Ya en ese momento buscaba alivio en la música, el baile y la jerga de su vida anterior en Luanda. Su camino hacia convertirse en una de las principales jóvenes promesas del kuduro está relacionado con una desgracia que casi le cuesta la vida. Tras caer de una ventana por una travesura, solamente se rompió el tobillo, pero tuvo que ir a ver a un fisioterapeuta semanalmente. Durante estos trayectos en tren, con parada en Queluz, Pongo conoció al Denon Squad, un grupo de chicos que practicaban el baile del kuduro en las calles de una de las mayores comunidades africanas de Lisboa. Empezó a rapear con ellos, eso sí, desafiando a su padre, que había sido bailarín de kuduro en Angola, y una cinta con grabaciones de Pongo cayó en manos del colectivo Buraka Som Sistemas. Pongo (cuyo nombre artístico es un homenaje a la cantante feminista congoleña M’Pongo Love), debutó colaborando en el álbum de éstos “Black Diamond”, junto a M.I.A. o Kano.
Pongo vive ahora por elección propia en Queluz, y sigue mostrando la gran cicatriz en su pierna que le recuerda su accidente casi mortal. Si pensamos que el movimiento kuduro tomó su nombre de un slang angoleño que quiere decir, literalmente, ‘culo duro’, todo parece encajar a su alrededor. El vídeo de “Canto” fue dirigido por el parisino Felix Dol Maillot y filmado en Senegal.
Pongo formará parte del cartel del festival WarmUp de Murcia el 1-2 de mayo.
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