En marzo de 2014, Pan de Letras Editorial publicó el estreno como escritor de Marcelo Champanier con “Ráfagas – Vivencias Y Poesía De Un Rockero”, un libro de poesía y relatos de carretera. En esta ocasión, el músico deja la guitarra y toma la pluma para contar sus encuentros con grandes maestros del rock argentino como Claudio Gabis, Ariel Rot o Andrés Calamaro, sus experiencias de alto riesgo, así al menos las califica el propio autor, con las drogas, amenas y divertidas anécdotas de carretera, viajes, hoteles y aviones. Relatos breves y subjetivos, despojados de todo adorno superfluo. En este primer trabajo literario Champanier también nos introduce en su poesía, muy influenciada por la Generación Beat, en especial por Jack Kerouac, y poseída por una gran carga reivindicativa, realista y tan desgarradora como tierna. Poemas que por una parte alzan su voz en defensa de la libertad y los derechos humanos y por otra se centran en el amor y el desamor. Un libro abierto por las páginas del alma de su autor.
Pero Marcelo Champanier es ante todo músico. Y de herencia, porque su padre era pianista de jazz y fue él quien le adivinó ciertas habilidades y le introdujo en el piano. Con ocho años empezó con el solfeo pero la teoría le aburría y a los doce encontró una profesora que le enseño a tocar aquello que él quería: canciones. A los diecisiete unos amigos armaron una banda, Impasse, y le llamaron para que ocupase el puesto de cantante y teclista. Ese fue su primer paso.
El siguiente fue con su propio grupo Perros De Burdel, en donde además de cantar y tocar los teclados escribía todas las canciones. Esta historia duró hasta 1998, un poco antes de irse a Perú, en donde montó una nueva banda con músicos locales y se quedó a vivir durante seis meses. Poco después emprendió el viaje a España para seguir su carrera en solitario. El principio fue duro, tocando en el Metro, sin conocer a nadie y con la idea de sacar un disco lo antes posible. Cuatro años tardó en regrabar y publicar aquel álbum que se trajo de su etapa peruana titulado “El Club Del Aguante” (2004), un disco que aunque llegó con bastante retraso y algo desfasado, sin embargo le abrió bastantes puertas y le permitió realizar numerosos conciertos.
Cuatro años más tarde -parece ser que esa es su frecuencia de edición- y con la producción de Tito Dávila realiza su segundo álbum “Buenas Intenciones”, un Lp para el que no encontró compañía discográfica y que el músico puso para libre descarga en su web (www.marcelochampanier.es) porque no quería que se perdiese en un cajón sin que nadie lo escuchase. Una suerte, porque se trata de un buen trabajo en el que además colaboran Candi Avelló, Luca Frasca, José Niño Bruno, Norman Hogue y Ariel Rot.
La música de Marcelo Champanier tiene deuda con Bob Dylan y con los Stones, pagos con el rock y con el blues y una vieja herencia con el jazz. Y con el tiempo los surcos se ahondan y también aparecen otros nuevos. Su último disco, “Tiempo & Distancia”, vio la luz en 2012 (¡cómo no!) y a él pertenece la canción “Piedra De Toque” que refleja esa rara habilidad que tienen los buenos músicos argentinos para contar con música una historia de entre noches, cronopios y algunas famas.
Marcelo Champanier estará en directo con algunos amigos el próximo sábado 18 de abril, a partir de las nueve y media de la noche, en la sala Café Del Cosaco, en la calle Alfonso VI, 4, en La Latina. El precio de la entrada es de 8€ con consumición. Aforo limitado. Reservas 91 365 27 18.
SOY EL DOMADOR DE CIRCO AQUEL
QUE ENTRA EN LA JAULA POR PLACER
CON MAS HAMBRE QUE LAS FIERAS
CON MUY POCO QUE PERDER
Y LA LENGUA DE FUEGO DEL TIEMPO
LAMIENDOME LA PIEL.
SOY EL QUE TE HA DADO
DE BEBER LO QUE TENIA
MIENTRAS YO MORIA DE SED
SOY EL QUE CREES HABER
VISTO
Y NO PUEDES RECONOCER
EL QUE TIRA DE LOS HILOS
DEL MUÑECO
Y EL MUÑECO TAMBIEN.
NO LLEVO RELOJES
PORQUE EN ALGUN LUGAR
ES MEDIANOCHE
NO TENGO PRISA POR SABER
LO QUE PUEDA SUCEDER
YO SOLO INTENTO ENCONTRAR
MI PIEDRA DE TOQUE.
SOY EL ACROBATA SIN RED
QUE CAMINA EN LAS
ALTURAS SIN CAER
PORQUE ESE ES MI TRABAJO
Y OTRA COSA NO SE HACER
LLEVO EL PUÑAL DE LA
NOCHE EN MI MANO
Y EL SACRIFICIO CRUEL.
SOY EL QUE LUCHA
CON LAS VELAS DE ESTE
BARCO
PARA HUIR DE LA TORMENTA
TROPICAL
SIN HORIZONTE ARTIFICIAL
MIRANDO SOLAMENTE EL
MAR
ESPERANDO QUE OCURRA
UN MILAGRO
QUE NOS VENGA A SALVAR.
NO LLEVO RELOJES
PORQUE EN ALGUN LUGAR
ES MEDIANOCHE
NO TENGO PRISA POR SABER
LO QUE PUEDA SUCEDER
YO SOLO INTENTO ENCONTRAR
MI PIEDRA DE TOQUE.
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