Tras más de 20 años dirigiendo su propio sello discográfico y sus giras, Paul Carrack sabe más que la mayoría sobre la responsabilidad de su propia carrera. Así que cuando el confinamiento arrojó su indeseada sombra sobre la industria musical, el que es uno de los más distinguidos y conmovedores cantantes británicos de la historia de la música estaba preparado con su respuesta.
El resultado es “One On One”: no solo una nueva y magistral incorporación a una discografía que ya cuenta con 18 álbumes de estudio en solitario repletos de canciones emblemáticas, por no hablar de sus grabaciones clásicas con Mike and the Mechanics, Squeeze, Ace y otras bandas, como “The Living Years”, “Over My Shoulder”, “Silent Running”, “Temped”, “How Long”…
Este es un disco en el que su impronta es más profunda que nunca porque, al crearlo desde su casa, Carrack no solo compuso, tocó y grabó todo el disco, sino que esta vez, siguiendo su musa y confiando en sus instintos hasta el último día, incluso mezcló el álbum él mismo. Casi se podría decir que es el resultado de todos sus años de vida. No es que “One On One” no contenga algunos cameos memorables, como el del maestro guitarrista Robbie McIntosh o el de Alfred 'Pee Wee' Ellis, el ex compañero de James Brown. Pero este es un disco que lleva las iniciales de Paul. Realmente pone de relieve ese sentimiento profundo, casi sin esfuerzo, que tanto gusta de él.
“No he perdido el tiempo”, dice el siempre discreto Carrack. La creatividad y el ingenio de otros artistas se paralizaron por completo durante el gran no-año 2020, pero no la suya. “Básicamente deberíamos haber estado en la carretera todo el año pasado”, recuerda, “en enero, febrero y marzo todo iba genial. Las entradas de los conciertos se estaban agotando y teníamos que ir a Europa, Estados Unidos y Australia”. Y sigue, “a mediados de marzo empecé a tener la sensación de que las cosas iban a colapsar, pero pensamos que probablemente serían solo un par de meses, así que reprogramamos muchos de los conciertos. Pronto se hizo evidente que la situación no iba a cambiar a corto plazo. Empecé a ir al estudio, al principio para mantener mis habilidades, pero descubrí que también me ayudaba a mantener mi mente ocupada, y me sirvió de terapia en un momento de gran ansiedad”.
Es una forma de hacer de un problema una virtud. Sólo una de estas canciones existía de antemano en forma de maqueta; y Carrack conjuró el resto durante el encierro. “One On One” es un álbum que suena realmente a directo, lo que es aún más notable cuando se recuerda que Carrack es la banda y que a menudo trabajaba completamente solo.
“Hay muchas maneras de hacer un disco”, añade, “pero al hacerlo solo creo que me vi obligado a hacer las cosas a mi manera. En una situación de colaboración puedo dejarme influir fácilmente. A menudo acepto la opinión de la gente con más fuerza que la mía propia. Así que, en cierto modo, creo que ha sido bueno llevarlo hasta el final, porque creo que tiene un sello individual”.
Se puede afirmar que el resultado es el disco más conmovedor que ha hecho Paul Carrack en muchos años.
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