El quinteto para cuerda que durante el verano de 1817 compuso Beethoven fue, en su origen, un trío para piano posteriormente transformado. ¿Las razones? No están claras, por lo que a esta extraordinaria composición hay que añadirle el halo de misterio que la rodea.
Se trata del Opus 104, una de las obras más desconocidas de ese genio de la música que fue Beethoven y que ha supuesto todo un descubrimiento para muchos melómanos –no todos, claro- y uno de los secretos más sorprendentes que Vikram Seth no desvela en su novela “Una música constante”.
Escuchamos la interpretación de uno de los movimientos de la obra (Allegro con brio) a cargo del quinteto compuesto por Conrad Chow e Irina Chepizhnaya (violines) Adelya Shagidullina y Joseph Kauffman ( violas) y Yoni Draiblate (cello).