Nació en medio de la vorágine de ritmos caribeños, productores horteras y bronceadas estrellas del pop con pretensiones, es decir, en Miami, Florida, hace ya 35 años. A pesar de ello, Christopher Owens no solo sobrevivió a ese nocivo ambiente sino que además ha sido capaz de tener una carrera musical más que apreciable. También es cierto que salió pitando de allí cuando tan solo era un crío.
Los padres de Owens pertenecían a la iglesia Los Niños de Dios, una comunidad religiosa viajera y bastante reticente a utilizar la medicina, lo que le costó caro a uno de sus hijos. Su infancia transcurrió, hasta los diez años, en Asia y luego viajando por Europa. En este ir y venir, Christopher aprendió a tocar la guitarra , con la que se dedicaba a tocar versiones de Fleetwood Mac y los Everly Brother. Al cumplir los dieciséis, abandona su casa, en ese momento en Eslovenia, y se marcha con su hermana a Amarillo, Texas. Unos años más tarde y después de trabajar de todo menos de músico, por fin llega a San Francisco y entra en una banda, Holy Shit, como guitarrista. Ahí empieza su verdadera profesión: músico.
Para el año 2007, Owens, junto a Chet “JR” White arma un dúo llamado Girls, con una mentalidad muy abierta en el que se admite todo tipo de influencias y sonidos. Allí caben todos los estilos que se hicieron entre los años 50 y 70: rock and roll, country rock, pop, garaje, psicodelia, surf... Su legado fue un par de buenos Lp´s y un Ep para que quedara constancia de la intrépida imaginación de estas “chicas”.
Cuando la pareja se separaron, Owens decidió seguir en solitario y en 2013 publicó su primer disco “Lysandre”, en el que relataba la historia de una chica a la que había conocido en Francia durante la primera gira europea de Girls en 2008. Además, como es un tipo guapete y con estilo, la marca Yves Saint Laurent le eligió para realizar un video publicitario de su campaña primavera verano de 2012. Al año siguiente fue H&M quien le contrató. Esta actividad paralela se ha convertido en una importante fuente de ingresos, además de proporcionarle bastante fama.
Con la misma riqueza de ideas y frescura, Christopher Owens presenta su nuevo disco “A New Testament”, inspirado, según el propio cantante, en los fundamentos de la música americana: el country, el góspel y el rhythm and blues. Pero no se queda sólo ahí, a este sentimiento recuperador, el cantante añade algunos interesantes matices de indie y de pop que lo hacen muy atractivo.
La canción “Never Wanna See That Look Again” es un compendio de disco, de su vida y de su concepción de la música. Una muy agradable canción que se deja oír con facilidad y que mejora en cada escucha.
There was one time when I drank too much
Two times when I said too much
Three times I found myself leaving here with you in my arms
Four times when I acted up
Five times when I messed it up
Too many times I've had to leave alone without you in my arms
Sat it's not true my love
That you don't need me anymore
Hey, hey, hey, there's a look in your eyes
Every time I say goodbye
And I NEVER WANNA SEE THAT LOOK AGAIN
One time when I drank too much
Two times when I said too much
Three times I found myself leaving here with you in my arms
Four times when I acted up
Five times when I messed it up
Too many times I've had to leave alone without you in my arms
Sat it's not true my love
That you don't need me anymore
Hey, hey, hey, there's a look in your eyes
Every time I say goodbye
And I NEVER WANNA SEE THAT LOOK AGAIN
There's a look in your eyes
Every time I say goodbye
And I NEVER WANNA SEE THAT LOOK AGAIN
There's a look in your eyes
Every time I say goodbye
And I NEVER WANNA SEE THAT LOOK AGAIN.
Galería de imágenes
-
1
-
2
-
3
-
4
-
5
-
6
-
7
-
8