Ser una banda de avant-pop puede significar mucho o puede ser una forma de explicar la nada. En el caso de este trío de Brooklyn, Nueva York, Hospitality, la etiqueta sirve para aclarar que su música abarca mucho más que el simple pop, incluso más que algo tan difuso a veces como el indie pop. Ellos experimenta, indagan, arriesgan. Y, en múltiples ocasiones, aciertan.
Esta banda nació en el año 2007 de la unión entre la cantante y guitarrista Amber Papini y el bajista Brian Betancourt. El dúo se unió poco después con el batería y percusionista Nathan Michel, un tipo que venía del campo de la música electrónica experimental, doctorado en composición musical por la Universidad de Princeton, que empezó componiendo en su portátil, que había publicado cinco álbumes en diferentes sellos especializados en ese tipo de sonidos (Sonig, SKI-PP o Tigerbeat6), que había colaborado con el grupo Dat Politics, conocidos por hacer música con pequeños ordenadores personales, y que ha obtenido diversos galardones, incluido el premio Morton Gould para jóvenes compositores. Una lumbrerilla el muchacho.
Por esas cosas que tiene la vida, la fortuna les sonrió cuando en 2008, en la prueba de sonido para un concierto en el que compartían cartel con el revoltoso músico Karl Blau, éste les propuso grabarles un disco si ellos, a cambio, se convertían en su banda de acompañamiento en algún momento futuro. De ahí surgió su primer disco, un Ep que les proporcionó críticas muy favorables y ser nombrados Banda a tener en cuenta.
En los siguientes años hubo una pausa debido a la muerte de un familiar de Amber y a que los otros dos componentes estuvieron ocupados con sus proyectos personales. A pesar de todo, en 2011 volvieron con un primer Lp que les proporcionó un contrato con el gran sello Merge Records. Tras una buena acogida, este año 2014 lanzan su segundo álbum, “Trouble”.
Su nuevo trabajo supone una esforzada lucha por traspasar sus propios límites. La banda empuja en cada canción por superar esas barreras y encontrar un nuevo aire, mayor espacio de movimiento. El disco trata, en su música y en las letras, de los misterios que hay más allá de lo que podemos ver. Entornos cotidianos que despiertan ansiedad o malestar ante las numerosas preguntas que se plantean sobre aquello que nos rodea, lo que no entendemos de nuestro entorno. Un sonido de pop oscuro, con una instrumentación amplia y desnuda. Siempre hay más de lo que se ve.
En el videoclip de la canción “I Miss Your Bones”, las niñas juegan y tienen su mundo, un universo que sólo intuimos. Algo se nos escapa y algo nos inquieta.
Take my blame, tonight I say goodbye
I say goodbye
Tell him no to leave and cry
Don't bag and lie, don't bag and lie
All the stars will twinkle in the mist of the sea
The black on me will ever seem lost like abyss
And maybe after, when I return
I get what I miss
GET WHAT I MISS
Get what I miss
Get what I miss
Get what I miss
GET WHAT I MISS
Get what I miss
Get what I miss
Get what I
Get out the way, I'll day
If I reach, if I reach
Take me on a plane tonight
Let's dive like doves
Let's dive like doves
Wake up lonely
And as you let me all on my own
And still I'm wounded with a fever
And I miss your bones
I miss your bones
I MISS YOUR BONES
I miss your bones
I miss your bones
I miss your bones
I miss your bones
I miss your
I MISS YOUR BONES
I miss your bones.