En la historia de la música muchos han sido los músicos que en todas las épocas han fundado una dinastía de compositores, como los Bach en Alemania, los Couperin y los Philidor en Francia, o los Strauss en Austria. La dinastía de los Strauss comienza con Johann Strauss el Viejo, compositor fundamentalmente conocido por la Marcha Radetzky y por sus ideas políticas conservadoras, a favor del Imperio Austro-Húngaro. Strauss el Viejo fue padre de trece hijos, tres de ellos compositores notables. El mayor de ellos es Johann Strauss II, nuestro compositor de hoy.
Johann Strauss II ha pasado a la historia con el cariñoso sobrenombre de el rey del vals, apelativo que heredó a la muerte de su padre. A pesar de la firme oposición de su progenitor, sus grandes aptitudes para la música hizo que en 1844 comenzara la carrera de director de orquesta y compositor, principalmente dirigida al vals y a otros bailes de salón. Entre sus muchos trabajos, durante un tiempo ocupó el puesto de director de la banda de música del Regimiento nº2 de la Guardia Nacional en Viena. En los conciertos que se celebraban en los parques de Viena se estableció una dura competición entre su banda y la del Regimiento nº1, dirigida nada más y nada menos que por su padre, lo que dividía a los entusiasmados vieneses en dos facciones, conservadores por un lado y liberales por otro.
Como no podía ser de otro modo, durante la Revolución de 1848 Johann Strauss II tomó partido por el bando liberal revolucionario, componiendo himnos y marchas como la Marcha de los estudiantes, las Canciones de la Libertad o las Marchas Revolucionarias mientras su padre componía la Marcha Radetzky para el ejército del Emperador Francisco José. Después del fracaso de la Revolución, Johann Strauss II se acomodó a la nueva situación y comenzó a componer piezas en honor al Emperador de Austria y Hungría, además de sus grandes valses –como el famoso Danubio Azul- y composiciones marciales como la Marcha persa y la Marcha egipcia.
Existe un falso consenso según el cual el 17 de noviembre de 1869, en la inauguración del canal de Suez, se habría representado Aida, la ópera de Giuseppe Verdi. Dato absolutamente erróneo. La música con la que se inauguró el canal de navegación que permite comunicar Europa con Asia sin necesidad de rodear África fue la Marcha Egipcia op.335, compuesta el mismo año de su estreno para la temporada de conciertos de verano en Pavlovsk.classical,