Cuando alguien como Ken Coomer, productor de entre otros de Steve Earle, Emmylou Harris, Tim Finn o Will Hoge y batería de Uncle Tupelo y Wilco hasta su álbum “Yankee Hotel Foxtrot”, dice del nuevo álbum de Sons Of Bill, “Love And Logic”, que “me recuerda a algunos de los momentos álgidos de creatividad que logramos con Wilco”, es que estamos ante una banda que hay que tomarse realmente en serio. Y justo ahora, además, tenemos la oportunidad de comprobarlo en vivo, ya que su gira europea tiene marcadas varias citas en nuestro país.
Los hermanos Wilson, Sam, Abe y James, formaron el quinteto Sons Of Bill junto al bajista Seth Green y el batería Todd Wellons en 2006 en su ciudad natal Charlottesville, Virginia. Un año antes, James, que había terminado sus estudios en California, pasó por Nueva York para visitar a su hermano mayor, Sam, que vivía en Brooklyn y tocaba la guitarra en una banda de rock. Durante unos días estuvieron tocando las viejas canciones de country que les había enseñado su padre y algunas que James había compuesto. Por fin en casa, y con su otro hermano, Abe, empezaron a actuar en fiestas y esas mágicas noches de micros abiertos. La idea de montar un grupo cada vez tomaba más forma y finalmente el 23 de diciembre de 2005 dieron su primer concierto. Un par de meses después ganaron una de esas Batallas de Bandas cuyo premio consistía en grabar un disco. En abril se publicó “A Far Cry From Freedom”, su primer álbum.
La música de Sons Of Bill es profundamente americana, con banjos, pedal steel y preciosas armonías de tres voces muy bien trabajadas, aprendidas en largas sesiones en el coro de la iglesia. Desde luego hay raíces country que suenan a Townes Van Zandt, pero también guiños a sonidos más arriesgados e innovadores que recuerdan a los primeros R.E.M., pasando por Wilco, Son Volt, The Wild Feathers, Tom Petty, The Band... Letras introspectivas, espíritu de rock and roll, producciones bastante asequibles, cercanas al pop, y una impronta muy personal que hace que se postulen como una apuesta del clásico rock de raíces para los próximos años.
Su anterior Lp, “Sirens” (2012) contó con la producción del líder de Cracker, David Lowery, y supuso una verdadera revelación dentro de la música rock de raíces e incluso fue elegido mejor disco del año por los clientes de su discográfica europea, el prestigioso sello alemán Blue Rose Records, por encima de los trabajos de Dylan, John Hiatt o Bruce Springsteen. “Love And Logic”, por ahora su último trabajo, supone un paso adelante y una abre una etapa en la que sitúa a Sons Of Bill en un escalón superior, en una liga en la que juegan las grandes bandas, justo lo que son ellos.
El nombre, Sons Of Bill, es en honor de su padre, Bill, músico y profesor emérito de Filosofía, Teología y Literatura sureña en la universidad de Virginia. Aunque en el hogar de los Wilson nunca hubo un reproductor de música, los hermanos crecieron escuchando cantar a su padre, sintiendo desde una edad muy temprana cuánto significaban para él sus himnos, baladas sangrientas y canciones sobre el trabajo, la muerte y el amor interpretadas con la pasión de un caballero sureño y su lógica de maestro. Uno de sus hijos, Abe, afirma que “así aprendimos que la música no era simplemente algo placentero, sino que era algo más importante y trascendental”.
Sons Of Bill aterrizaron en Europa el pasado 5 de febrero con un primer concierto en Holanda y después de una larga gira llegarán a España en donde tienen concertadas cinco actuaciones:
Miércoles 25 de febrero en Bilbao, en el Kafe Antzokia.
Jueves 26 de febrero en Valencia, en el Loco Club.
Viernes 27 de febrero en Madrid, en la sala Boite Live.
Sábado 28 de febrero en Zaragoza, en la sala La Ley Seca.
Domingo 1 de marzo en Barcelona, en el RockSound.
Dangerous and desperate and young
Fixing your eyes on the distant horizon and waiting for dawn
For the sun to shine on
Something so pure and so bright
You caught it in glimpses but never could catch it, the harder you try
It’s still passing you by
But the farther and farther you crawl, bringing it home don’t make no sense at all
Seeking your way from the lines lying under the snowfall
Weary but carrying on
Don’t you march to the beat of a heart that’s been beating too hard for too long
Too hard for too long
Green and yet some kind of blue
You once were the watcher, but now it’s so clear they’re all looking at you
And they’re staring right through
But the faces grow dim with the lights
And all the old melodies holding you tight
As they all steal away like a thief in the night, ain’t it shameful
Lost in the cosmos again, deeper and deeper in what could have been,
As the fits and the starts they go spinning around in your brain
You just should have listened to me, all that there is now is all there can be
Lighting your way and fighting away the pain.
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