Mundialmente conocido como Georges Bizet, Alexandre César Léopold procedía de una familia con larga tradición musical. Pronto comenzó a demostrar sus grandes dotes para la música, ingresando en el Conservatorio de París con nueve años. Después de varios premios y tres años de estudios en Roma, Bizet regresó a París donde, además de escribir la ópera Carmen, compuso la música incidental para el drama L’Arlésienne, que podemos traducir como La Arlesiana o La chica de Arlés, obra de teatro escrita por su amigo y admirado Alphonse Daudet como un relato recopilado en la colección Cartas desde mi molino publicada en varios periódicos franceses.
La historia, basada en un hecho real y publicada en el periódico L’Événement el 31 de agosto de 1866, se desarrolla en la localidad de Arlés en Occitania, cuya misteriosa luz es famosa por los cuadros de Van Gogh, y cuenta la historia del joven granjero Federico que se tira por una ventana cuando, en la celebración de su boda, se acuerda de una bella muchacha provinciana con la que mantuvo un amor no correspondido.
L’Arlésienne, cuya partitura original incluye veintisiete números, fue estrenada en el Teatro Vodevil de París en 1872 cosechando un sonado fracaso. Posteriormente, tan sólo se realizaron 15 representaciones. A pesar de las críticas, Bizet reescribió algunos fragmentos para Gran Orquesta sin coro, dando origen a una suite de cuatro movimientos que hoy conocemos como Suite nº 1. Cuatro años después de la muerte del maestro a los treinta y siete años, su amigo Ernest Guiraud arregló otros cuatro números del compositor, compilándolos en la que se conoce como Suite nº 2, aunque alguno de ellos no pertenecían a la música original de L’Arlésienne, cuyo segundo movimiento, Intermezzo, es el que os proponemos que escuchéis interpretado por la Orquesta del Centro de Artes Musicales de Seúl.