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La suspensión del festival de Eurovisión no ha impedido el éxito de Daði Freyr

La suspensión del festival de Eurovisión no ha impedido el éxito de Daði Freyr.

¡Vaya año tan loco este 2020! Vivimos una pandemia mundial que nadie esperaba, ni el más pesimista, ni el más loco, ni el más visionario. Tanto es así que todos nos preparábamos para la celebración de una nueva edición del Festival de Eurovisión. Como suele ocurrir en sus últimas convocatorias, y de esto ya va más de una década (tal vez incluso dos), la cuestión es/era epatar al público, romper los esquemas y dejar atónito al jurado. Cuanto más raro mejor. Un vestuario extravagante, una coreografía alocada, una puesta en escena esperpéntica y espectacular (con fuegos artificiales, juegos de luces, plataformas galácticas…), todo con el fin de sorprender, de mostrarse diferente y llamativo, buscando que todo el mundo hablase de ese país, de ese cantante, de esa representación. La música da y daba igual. Es otra cosa. Pero entonces, para este año, apareció Daði Freyr representando a Islandia y ¡qué sorpresa!

Bueno, la sorpresa se la llevó él y nosotros, todos. Primero por todo lo que ha ocurrido en todo el mundo y luego por la suspensión del Festival de Eurovisión. El pobre Daði Freyr se quedó con las ganas de asistir a la LXV edición que tenía que celebrarse en Roterdam, en los Paises Bajos, entre el 12 y el 16 de mayo. Él y todos los que iban a representar a sus respectivos países. Incluso el español Blas Cantó, que era nuestra apuesta.

Sea como fuera, lo que estaba claro es que Islandia había atinado con la canción. Un tema titulado “Think About Things” que suena, sonaba tan festivalera que perfectamente podía haber competido con las canciones más gloriosas y recordadas de Eurovisión, las que defendieron en su día gente como ABBA, Cliff Richards, Sandie Show o Massiel. Una pieza que reúne todos los ingredientes para adherirse a la audiencia a la primera. Inmediatamente. Una canción alegre, fácil, optimista y cariñosona: “Cuando nos conocimos, nunca lo olvidaré / Porque aunque aún no te conocía / Estuvimos unidos, entonces y para siempre / Y nunca podría dejarte ir”. La carta que le escribe un padre a su hija describiéndole todo su profundo amor y alentándola para el futuro.

Eso canta Daði Freyr, este joven artista pop islandés que no tiene nada que ver con la música que habitualmente nos llega de su país: fría (helada) y compleja como la da Björk o la de Sigur Rós. Daði Freyr utiliza el tecno pop, muy pop, para acercarnos esta historia de amor fraternal con la que seguro que iba a conquistar a la audiencia internacional. Chicle puro. Pegajosa y blandita, interpretada por un cantante con pinta de no haber roto nunca un plato y acompañado por una banda de casi adolescentes con carita de buenos. Chavales que dan su primera actuación tras un año de asistencia a la Escuela de Música Municipal de su pueblo.

La canción, “Think About Things”, adquiere una nueva interpretación en estos complejos momentos que vivimos y de ella se transmite un mensaje muy importante para la humanidad: todos debemos cuidar de todos. Daði Freyr podía haber hecho de esta edición del Festival de Eurovisión su gran año. O no, porque posiblemente hubiese sido superado por otro intérprete vestido de dragón espacial que iba lanzando rayos por doquier y rodeado de danzantes semidesnudos apareciendo y desapareciendo en cajas de cristal. Por ejemplo. Nunca lo sabremos. Ni Daði Freyr tampoco y eso que su canción es un compendio de virtudes festivaleras.

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