Classical

La Flauta Mágica, La Reina de la Noche. Wolfgang Amadeus Mozart

La lucha de la luz contra la oscuridad en la que está considerada la primera gran ópera alemana.

La ópera del clasicismo llegaría a su máxima expresión con Mozart que, reuniendo lo mejor de la ópera francesa, italiana y alemana, cultivaría tanto ópera seria, buffa, como el Singspiel, un tipo de ópera escrita en alemán, cuyo argumento exaltan las virtudes del pueblo llano, muy popular en Alemania y Austria en los siglos XVIII y XIX. Si cabe algún tipo de paralelismo y salvando las distancias, sería algo parecido a nuestra popular Zarzuela.

La Flauta Mágica es un singspiel en dos actos con música de Wolfgang Amadeus Mozart y libreto del empresario teatral Emanuel Schikaneder, su cuñado. Está considerada la primera gran ópera alemana, donde destacan los elementos de la naturaleza, los personajes misteriosos y los argumentos fantásticos que se desarrollaran en el siglo XIX por compositores como von Weber o Wagner. Con 35 años y a dos meses de su muerte, sería la última ópera que Mozart estrenaría en vida, siendo en la actualidad, probablemente, la ópera que más se representa en todo el mundo.

Sin embargo, a pesar de su naturaleza llana, su argumento es tan complicado como la vida del propio Mozart; allí donde algunos ven un simple cuento de hadas, otros la ven llena de simbología masónica, donde el culto al idealismo, al amor fraternal, a la pureza de corazón y a la amistad construyen la felicidad del ser humano. Lo cierto es que la lucha entre la luz y el humanismo representados por Papageno y la oscuridad y perversidad de La Reina de la Noche -¡Hört, Hört!, ¡Escuchad, Escuchad!- son, aún hoy, motivos moralizantes, recurrentes en la historia de la música. Aunque tanta oscuridad argumental contradice los principios vitales de compositor y libretista, es perfectamente lógico que la influencia masónica estuviera oculta a propósito entre los vericuetos de la trama, habida cuenta de que la masonería estaba implacablemente perseguida por las autoridades austrohúngaras en el momento de escribirla.

Der Hölle Rache kocht in meinem Herzen,
Tod und Verzweiflung flammet um mich her!
Fühlt nicht durch dich Sarastro
Todesschmerzen,
So bist du meine Tochter nimmermehr.
Verstossen sei auf ewig,
Verlassen sei auf ewig,
Zertrümmert sei'n auf ewig
Alle Bande der Natur
Wenn nicht durch dich!
Sarastro wird erblassen!
Hört, Rachegötter,
Hört der Mutter Schwur!
 
¡La furia del infierno hierve en mi corazón!
¡La muerte y la desesperación arden en mí!
Si Sarastro no siente a través de ti
el dolor de la muerte,
entonces ya no serás mi hija jamás.
Repudiada seas para siempre,
abandonada seas para siempre.
¡Que se destruyan para siempre
todos tus vínculos con la naturaleza
si no logras
que Sarastro palidezca!
¡Oíd, dioses de la furia!
¡Oíd el juramento de una madre!

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