Puede que por aquí no conozcamos mucho a Jesse Payne, pero este músico de Birmingham, Alabama, no es en absoluto un recién llegado. Se trata de un cantante y compositor de enorme talento que lleva más de diez años impregnando sus composiciones del espacio que le rodea, los bosques y los valles del sudeste de Estados Unidos y los montes Apalaches, con la vida que recorre y la gente que encuentra. Payne plantea una forma muy personal de relatar lo que ve y toma como herramientas los viejos sonidos de siempre ajustados al tiempo de ahora.
La discografía de Jesse Payne se compone de tres Ep´s y otros tres álbumes. Lo primero de su producción fue una colección de canciones titulada “Humming The Tunes Of Luxury”, publicada en noviembre de 2004. Unos meses más tarde llegó un Ep, “Ghosts In Mirrors”. Tras su publicación, y durante dos años, Payne permaneció de gira recorriendo la Costa Este, llegando a Boston por el norte y a Chicago por el oeste. De regreso a casa grabó su siguiente Ep, “Songs From Beyond The Leaves”, un disco que con el que entró en la lista Top 40 de la revista musical semestral Big Takeover, que se edita en Nueva York desde 1980, junto a músicos de la categoría de Band Of Horses, Death Cab For Cutie o Willie Nelson. Además, una de las canciones se incluyó en un recopilatorio en el que también aparecían artistas de gran nivel como Sondre Lerche y Ryan Adams. Este Ep era un disco con cuatro preciosas canciones de rock Americana, con mención especial para “Skeletons”, una verdadera maravilla. En ellas Payne plasmaba muchas de sus influencias, las cuales provenían de fuentes tan dispares como su infancia, sus viajes por todo el país, la poesía, el cine, la naturaleza, el amor o el autoconocimiento.
Más de tres años tardó en llegar la continuación, un álbum con ocho cortes titulado “Nesting” que supuso un regreso al origen. Un trabajo definido como una pintura sonora de una idea: “a través del caos, la paz es inevitable”, y cuya escucha se hace realmente adictiva. Poco después salía al mercado el Ep “Buffalo”, otra muestra más del buen hacer de Jesse Payne. Y justo al terminar, en el verano de 2012, Payne y su equipo empezaron a grabar su siguiente disco. Fue un trabajo brutal, en el que volcaron toda su energía y gastaron todos sus fondos. Ante esta situación, a principios de 2015 Payne recurrió durante dos meses a una campaña de mecenazgo a través de la cual consiguió más de once mil dólares, Con ese dinero por fin vio la luz “Hairloom”, el nuevo disco de Jesse Payne, un sutil conjunto de canciones trenzada sobre el folk, la Americana y el rock. Música muy cuidada, desmigada y rearmada otra vez. Música minimalista compuesta para presentar con maestría detalladas historias cercanas e inmortales. Canciones de cámara para audiencias exquisitas, aquellas capaces de degustar los sabores más exóticos, inesperados y sorprendentes, pero con un fuerte aroma de estilo clásico.
Jesse Payne es un músico capaz de encerrar en su música el dorado color del otoño, los húmedos aromas del invierno, la esperanza de los primeros brotes o la primera brisa del atardecer tras una larga y calurosa jornada veraniega. Sonidos, pocos y claros, y sensaciones, muchas y profundas. Admirable.
I unravel over Kill Devil Hills
Watch as the maples
rehearse for the gold
Crooked arms heavy
adapt to the crutch
blankets over acres
there’s always a line
between your great divide
Cabins swing on bandages
and wax in the wing
eyelids and toes
sharpen the load
Crash Kitty Hawk
you’re convinced we’re not alone
oh, Kitty Hawk
Oh brother, won’t you carry my drifting bones
I was only trying to leave
Oh brother, won’t you carry my drifting bones
I was only trying to leave...
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