A excepción de una breve visita a Grazen, de 1826 a 1828 Schubert no se movió de Viena, por lo que la historia de su vida durante este periodo puede calificarse de ciertamente aburrida. Sin embargo, en ese periodo de tres años compuso el ciclo de canciones Viaje de invierno D. 911, la Fantasía para violín y piano D.934, y los dos tríos para piano, además de sus Impromptus para piano.
Del latín in promptu, Impromptus significa de pronto, sin preparación, improvisando, lo que en música equivale a decir que la estructura de la obra no es el resultado de una ordenación meditada, sino que se desarrolla de forma espontánea. Quizás algo exagerado pues ninguna composición escrita sobre una partitura puede haber sido improvisada, pero suficiente para describir el carácter aparentemente improvisado de su estilo.
Los Impromptus de Franz Schubert -dos series de cuatro obras cada una- fueron escritas a finales de 1827, es decir al final de su corta vida. Con una estructura formal tripartita ABA, las secciones de los extremos presentan el característico movimiento descendiente de carácter y estilo improvisado, mientras que la parte central se toca de forma más sosegada y tranquila. Uno de los más hermosos es el que hoy proponemos que escucheis, la tercera parte del Impromptus Op. 90 D. 899 - la primera serie-, una especie de nocturno de gran belleza introspectiva interpretada por el gran concertista de piano ruso Grigory Sokolov en su primera aparición pública después de diez años.