El cantante Yusuf Islam, anteriormente conocido como Cat Stevens, nombre con el que alcanzó la fama, acaba de lanzar un sencillo con la canción “He Was Alone”, como parte de una campaña humanitaria para recaudar fondos para los niños sirios que huyen de la guerra que desde hace ya demasiado tiempo está asolando su país.
La aportación de Cat Stevens a esta causa va más allá que la simple composición e interpretación de esta canción, que resulta emocionante y sincera, aunque también es verdad que es bastante sosita y está cantada con la poca voz que ya le queda al veterano músico y una mínima instrumentación. Pero da igual, lo importante en este caso es el sentido y la motivación de la misma. Stevens ha reclutado para la causa a celebridades de la música como Pete Townshend, Miley Cyrus, Queen (lo que queda de Queen, para ser exactos), Shreyl Crow, Gary Kemp (ex componente de Spandau Ballett), New Order o Blondie, así como actores, modelos y famosos en general de la talla de Sean Penn, Naomi Campbell, Emma Thompson, Jude Law, Naomie Harris, Beb Elton, Kim Kardashian West y Kourtney Kardashian.
Bajo el lema “El corazón de un niño refugiado contiene el sufrimiento de millones” y con la etiqueta #YouAreNotAlone se está llevando a cabo una campaña solidaria de ámbito mundial para recaudar fondos. Según sus responsables, mientras que la atención de las televisiones y de los medios de información centra su atención en las masas, hablando de los millones de refugiados que intentan llegar a Europa, la verdadera tragedia humana y las historias individuales se están perdiendo. Por eso, la canción y el videoclip de Cat Stevens pone el foco sobre un niño que desea volver a casa, a su casa, pero que pierde la vida mientras intenta encontrar algo de ayuda, de humanidad. Este movimiento, que se centraliza a través de la web www.smallkindess.org.uk, es una llamada para movilizarnos y apoyar a estas víctimas inocentes de la guerra.
El videoclip que acompaña a la canción “He Was Alone” ha sido dirigido por Jac Mulder y se rodó en abril de este mismo año en Turquía, en las localidades de Estambul y Konya. Con enorme sencillez se nos muestra, intercaladas con imágenes del veterano cantante interpretando la canción acompañado de un piano eléctrico, el desamparo y las dificultades por las que atraviesa un niño, uno cualquiera, de los muchos que huyen del horror de la guerra en Siria. Un camino duro, solitario y lleno de penalidades que muchas veces termina de la peor manera imaginable para los adultos, aunque en el fondo para ellos sea una liberación.
Cat Stevens, o Islam Yusuf como se llama actualmente, siempre ha sido emotivamente optimista, sin embargo, esta canción tal vez sea la primera que no tiene un final feliz. El cantante no ve que el conflicto llegue a su término próximamente y, por una vez, su esperanza se torna en pesimismo. La venerada estrella del folk pop dará un concierto muy especial para presentar esta nueva composición, la primera que escribe desde 2014, el próximo 14 de junio en el Central Hall Westminster, en Londres, a poca distancia del parlamento británico, en un intento de llamar la atención de los políticos.
Cualquiera puede echar una mano para paliar el horror que está ocurriendo y que es una vergüenza para la humanidad y, en especial, para Europa.
He was alone,
When he was twelve,
Only his thoughts, which he kept to himself
He didn’t have, a place to play
A friend to call, or a word to say
But he had hope,
That one day he’d fly
Over the rainbow, up through the sky
He was alone,
He didn’t have much
And all that he had, he couldn’t touch
He lay awake,
All night through
This was his world, no one else knew,
Nothing to fear,
Nothing to hide,
Nothing but stars, to care as he cried
But he had hope,
That one day he’d own
A flashing (white) horse, to carry him home
And in his hand he felt a stone,
That’s all he had, and he was alone
But he had wish,
That one day he’d fly
Over the wall, up to the sky
He was just one,
Who never grew old,
On a list of names, upon the road.
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