A pesar de vivir en un mundo en el que internet a barrido las fronteras y ha reducido las distancias, no resulta fácil para un músico hacer llegar su músico más allá del entorno en el que habitualmente se mueve. Y eso es, frecuentemente, una auténtica lástima ya que nos quedamos sin escuchar la buena música que hacen tipos como, por ejemplo, Ben Kunder. Su empeño, su confianza ciega en su música y su inagotable capacidad de trabajo van poco a poco dando sus frutos y sus canciones van llegando, aunque sea muy pausadamente, cada vez a más público.
Carpintero a tiempo parcial y en otros momentos actor, cantante y compositor, Ben Kunder ha estado durante bastantes años perfeccionando su oficio para convertirse en un músico y dedicar a estos menesteres de forma completa. Con la publicación en mayo del pasado 2015 de su álbum de debut, “Golden”, Kunder dio un importante paso en dirección a su sueño: dedicarse en cuerpo y alma a la música, su pasión. Con la potente voz de su corazón, Ben escribe canciones de imborrables melodías, impregnadas de la exuberante y rica tradición canadiense.
Ben Kunder es un viajero que ha recorrido todo su país y ha vivido en diferentes rincones, desde una cabaña alimentada con energía solar en Salt Spring Island, en la Columbia Británica, en donde pasó algún tiempo cortando leña y persiguiendo ciervos por su jardín, hasta Charlettetown, en la isla de Prince Edward, en donde trabajaba en el Centro Confederado para las Artes. De vuelta de ese larguísimo recorrido geográfico y vivencial, Kunder ha regresado al lugar en donde empezó todo, a su ciudad natal, Toronto.
Durante todo este tiempo de idas y venidas, Ben Kunder ha estado escribiendo y produciendo música, especialmente durante los últimos siete años. Gracias a un encuentro casual con John Dinsmore, miembro fundador del grupo canadiense de country alternativo NQ Arbuckle, ambos músicos se arremangaron y se pusieron a trabajar en el estudio John´s Linclon County Social Club y coprodujeron el LP “Golden”. Junto a la reconocible voz de Ben y su guitarra se conciliaron algunos de los mejores músicos de Canadá, incluyendo Ben Murphy, de Alvvays, tocando la guitarra, el piano y el órgano Wurlitzer, Rich Knox, de Dustin Bentall y de Danko Jones, en la batería y los coros, Anna Ruddick, de Ladies Of The Canyon, con el bajo y segundas voces, y Aaron Goldsten, (Cowboy Junkies, Daniel Romano) con el pedal Steel. Además dejaron constancia de su talento y buen gusto para cantar John Connolly y Kirt, junto a Maia Davis y Jasmine Bleile de Ladies Of The Canyon.
Como resultado de ese encuentro de genios y habilidades, más sus excitantes composiciones, Ben Kunder completó un gran disco en el que el folk, la Americana, el country alternativo y la música de raíces (roots) encuentran un delicado y exquisito equilibrio. No es de extrañar que el disco haya llamado la atención en su país y en aquellos lugares de Estados Unidos en los que ha conseguido penetrar. Tampoco resulta sorprendente que casi un año más tarde se publique en Europa y vuelva a conquistar el corazón de aquellos que lo escuchan. Es un gran álbum., esa es la razón. Para celebrar esta victoria, Kunder ha grabado un videoclip muy especial con Southern Souls en el nuevo estudio de Aaron Goldsten, Baldwin Street Sound, en Toronto.
Ahora que ya tiene disponible su disco de presentación en Europa, el cantautor canadiense tiene previsto visitar el Viejo Continente entre noviembre y diciembre para realizar una gira que inicialmente se centrará en Reino Unido e Irlanda (Ben tiene raíces irlandesas), aunque todavía no están descartadas otras posibilidades. Las fechas definitivas se conocerán a lo largo del verano.
When you were golden,
You could never do no wrong,
You could never do no harm,
When you were golden,
Now you’re just holding on,
When you were golden,
All you were was bags and bones,
Not a nickel to your name,
When you were golden,
Now you’re just holding on,
Where did you go,
Darling of mine,
I’ve been waiting for you,
For such a long time,
For such a long time,
When you were my love,
You’d hang off my every word,
I was your little song bird,
When you were my love,
You were a fine love, so fine,
When you were my love,
I got rid of my single bed,
Settled for a queen instead,
When you were my love,
You were a fine love, so fine,
When you were golden,
You could never do no wrong,
You could never do no harm,
When you were golden,
Now you’re just holding on.
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