Ryan Adams
The Music

Gimme Something Good. Ryan Adams

Entre el cielo y el infierno, Ryan Adams nos da algo bueno con su nuevo Lp.

Hace tiempo que deberíamos habernos dado cuenta de la verdadera importancia de este músico nacido en 1974 en Jacksonville, Carolina del Norte. Un tipo apasionado por la literatura y por la música que ya dejó un primer aviso de su talento cuando en 1994 lideró, junto a la cantante Caitlin Cary, un fenomenal grupo llamado Whiskeytown. Con esta formación grabó tres meritorios Lp´s de country rock alternativo, en los que se ahondaba en los planteamientos musicales que en su momento avanzó Gram Parsons. Sí, entonces ya nos gustaba, pero Ryan Adams estaba lejos de ser una estrella.

A partir del año 2000 empieza la carrera en solitario de este privilegiado músico al que nunca le ha faltado inspiración para escribir canciones. Un compositor capaz de viajar de la luz a las tinieblas, tanto en la música como en su vida personal. A su prolija producción discográfica hay que unir su labor como productor, entre otros Willie Nelson o Jesse Mailin, sus colaboraciones con destacadas figuras como Norah Johnes, Counting Crows, los canadienses Cowboy Junkies o Weezer. A esto hay que añadir su etapa con de The Cardinals, cinco gloriosos años entre 2004 y 2009, al frente de una impresionante formación en la que también militaba otro grande: Neal Casal. Y no podemos olvidar algún que otro proyecto de efímera existencia, sus numerosas giras, su matrimonio con la actriz Mandy Moore, un par de libros de poemas y sus adicciones a todo tipo de sustancias y su posterior desintoxicación. Algunas vidas son muy intensas.

A punto de cumplir los cuarenta, publica su decimocuarto disco y lo titula, por fin, con su nombre “Ryan Adams”. Producido por él mismo y su socio, otro gran músico amante de las buenas melodías y del pop más detallista, Mike Viola, el disco busca las atmósferas, los espacios abiertos más allá de lo que podemos percibir. En algunos cortes son las guitarras las que cobran protagonismo y suenan hirientes como cuchillas de afeitar. Limpias y claras son la luz del faro que guía unas canciones punzantes. En otras es la voz de Ryan la que nos conduce a través de las emociones y el mundo interior. Grandísimas canciones, crudas y sencillas, basadas en los grupos que le han influido, como The Replacements o Hüsker Du. Entre el cielo y el infierno.

Por cierto, este disco aparece tras haber desechado todo el trabajo para grabar un álbum realizado con al mítico productor Glyn Johns. Borrón y cuenta nueva. ¡Será por canciones! Ryan siempre tiene más en la recámara.

Si ya le conoces, seguirás amándole. Y si todavía no le has descubierto y te gustan Dylan, Petty, Earle, Isaak, Wilco o Son Volt... ¿a qué esperas?

Y ¡por Dios!, no confundir nunca Ryan con Bryan. Cada uno lo suyo, pero nos quedamos con este.

 

I can't talk
My mind is so blank
So I'm going for a walk
I've got nothing left to say

I can't see
Some darkness on the rise
I'll be waiting here
'Til the end of time

All my life been shaking
Wanting something
Holding everything I have like it was broken
Gimme something good
Gimme something good
Gimme something
Gimme something good
Gimme something good
Gimme something good

I was playing dead
It didn't make a sound
Holding my breath
Going underground
So I can't talk
I got nothing to say
It's like there's no tomorrow
Barely yesterday

All my life been shaking
Wanting something
Holding everything I have like it was broken
Gimme something good
Gimme something good
Gimme something
Gimme something good
Gimme something good
Gimme something good
Gimme something good
Gimme something good oh now

All my life been shaking
Wanting something
Holding everybody back
Demanding ransom
Gimme something good
Gimme something good
Gimme something
Gimme something good
Gimme something good
Gimme something good
Gimme something good
Gimme something good oh now.

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