Frederic Chopin
Classical

“Estudio nº 12 opus 10, Revolucionario”. Frederic Chopin

El Estudio Revolucionario del melancólico rey de los salones parisinos.

A pesar de la incondicional admiración que le profesaban en los aristocráticos salones de su exilio parisino, la mayor parte de la producción de Chopin es para piano solo, único género que él sabe que domina de verdad y en el que lógicamente concentra todo su esfuerzo. Tanto, que con el tiempo consigue llevarlo a una auténtica revolución. Tanto, que el resto de su música, ya sea de cámara, vocal u orquestal, siempre tiene una parte muy importante dedicada al piano.

Una de las principales características del romanticismo musical al que pertenece Chopin es el folclore y, a pesar de que para él, la melodía es la esencia, lo más puro de la música, no renuncia a recurrir a las melodías del país al que añora, Polonia, y lo convierte en el leitmotiv sobretodo de sus conocidas polonesas y mazurcas, pero también de casi toda su obra.

Escrito en 1830, el Estudio nº 12 opus 10, mejor conocido como Estudio Revolucionario, es el estudio más conocido de Chopin. Toma su nombre de la fecha en la que se produjo el primer alzamiento polaco contra la dominación rusa, aunque lo escribió en Viena desde donde partió hacia Paris para no volver jamás a pisar su patria. En este estudio deja constancia de la manera libre y apasionada de componer e interpretar, el conocido rubato, su sello característico en el que recorre todo un abanico de sentimientos a través de matices sonoros que van desde la apatía a la rabia, de la calma a la furia apasionada y de la felicidad a la melancolía.

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