Un poeta de la carretera como RB Morris navega satisfecho por los recovecos y revueltas de los variopintos paisajes musicales. Con las ventanas abiertas de par en par, deja que los vientos del rock resoplado, el folk pantanoso, el bluegrass solitario y el lounge jazz o inunden todo mientras mira por el parabrisas los cielos abiertos que revelan turbulencia, esperanza y amor. En su nuevo álbum “Going Back To The Sky”, Morris dibuja vívidos retratos de los coloridos personajes que conoció a lo largo del viaje de su vida.
Como bien dice Morris, "Siempre he llamado a 'Going Back To The Sky' mi 'disco de polvo'. No es que tenga nada que ver con el Dustbowl real, solo eran canciones e historias polvorientas y antiguas de la carretera que vinieron de mis primeros años en el camino. viajes hacia el oeste. Una pareja escrita al costado de la carretera cruzando el país y paseos en automóvil, solo tú y un amigo buscándote por lo alto y lo ancho, mira qué tan lejos puedes llegar, mira lo que hay ahí fuera. Mi educación juvenil y aventurera".
En el sencillo folk excursionista de “Walking Song”, las voces arenosas y fatigadas de Morris flotan sobre su guitarra suavemente rasgueada mientras fluyen tiernamente debajo y alrededor de la guitarra eléctrica de cristal de Bo Ramsey y el steel dolorido de Greg Horne. La canción resplandece vibrantemente con la soledad del camino, incluso cuando abraza la libertad de estar en el camino y los sorprendentes descubrimientos que encontramos en nuestro viaje. Si bien la canción cierra el álbum, es una despedida adecuada a la vida itinerante y el tema central del álbum. La canción que da título al disco recorre una ola de triste pedal de steel, evocando el tierno anhelo de la nostalgia y el arco del tiempo obsesionado por la memoria y la esperanza. Morris ofrece un poema sobre la naturaleza enigmática del tiempo, con el título cortando en ambos sentidos, ya que "ir al cielo" evoca tanto el regreso a un lugar en particular como la muerte: "Tomé el camino que se convierte en el cielo / ¿Por qué debería esperar? más / Habrá tiempo suficiente para vivir / El tiempo es todo lo que tenemos para regalar / Hoy". El Bob Dylan de “Don't Think Twice” se encuentra con el Roger Miller de “King of the Road”, en el correteador “That's Just The Way I Do”, un himno para vivir cada momento de la manera en que quieres vivirlo, no. importa lo que piensen los demás. En el toque de jazz suave y al estilo de Leon Redbone "Old Copper Penny", el cantante se deleita en la comodidad de su propia piel, satisfecho con todo lo que la vida le ha traído. El balanceo de "Under the Cigar Trees" recorre un alegre y festivo ambiente de Mariachi, mientras que el pantanoso "Missouri River Hat Blowing Incident" se hace eco del fantasma de Tony Joe White.
Morris se rodea de un elenco de estrellas en “Going Back To The Sky”: Bo Ramsey en guitarras eléctricas y coros, Greg Horne en pedal steel, violín, guitarras eléctricas y coros, Daniel Kimbro en bajo, Hunter Deacon en batería, David Mansfield en mandolina y violín y Mickey Raphael en armónica. Ramsey y Morris produjeron el álbum en Shangri-la Productions en Lexington, Kentucky.
“Going Back to the Sky” ilustra las razones por las que Lucinda Williams llamó a Morris "el compositor desconocido más grande del país". Sus compañeros han elogiado ampliamente a Morris, y el fallecido John Prine firmó a Morris con su sello Oh Boy, donde lanzó su primer álbum, “Take That Ride”. Prine también grabó la canción de Morris "That’s How Every Empire Falls", que también interpretó Marianne Faithfull. Steve Earle admite con franqueza que “R. B. Morris es la razón por la que comencé a escribir poesía ". Por algo será que RB Morris tiene tanto predicamento.
Galería de imágenes
-
1
-
2
-
3
-
4
-
5
-
6
